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1.4 Mentiras y engaños persistentes para explotar a los demás.

“Todo el mundo miente [...]; el sociólogo tiene que lidiar a diario con la inherente hipocresía de todas las sociedades humanas, y el psicólogo... Bueno, a menos que se convierta en un detector de mentiras con patas, nunca logrará ayudar a nadie”.
—Tri-Line. "Todo el mundo miente", YouTube. 2021.

Ushijima mentía, claro que lo hacía. Le mentía a todo el mundo, a casi todas horas. Cuando se dispuso a contarlas, perdió la cuenta alrededor de las 52 mentiras a la mitad del día. 

Empezaba por mentirse a sí mismo al despertar.

“Este sí será un día productivo”.
“Este día será mejor que ayer”.

Luego caminaba por los pasillos de la institución.

“Gusto en verte, Goshiki”.
“Claro que esa camisa te queda, Semi”.
“Una linda mañana, profesora”.
“Que tenga buenos días, profesor”.

Y, tal vez, las clases capturaban más mentiras de las que quería.

“No, profesor, no hay ninguna duda”.
“Hice la tarea con tranquilidad, no se preocupe”.
“Sí, claro que nos interesa su clase”.
“Lamento haberme distraído”.
“No volveré a hablar con Tendou entre clases”.
“Usted es uno de los mejores profesores que he tenido”.

Entendía por qué mentir, después de todo, ya había tejido una gran red de mentiras a su alrededor. Lo que no entendía eran esas "mentiras blancas" que se le dicen a la gente.

«Porque eso les hace sentir mejor, así no hieres sus sentimientos, Ushijima» le había dicho una vez, Semi. 

No entendía nada de la frase, y tampoco pensaba ponerla en práctica. Después de todo, los sentimientos de los demás no tenían relevancia para él.

A menos, claro, que se tratara de Satori; pero esa no era la cuestión. 

—¡Wakatoshi~! —Tendou se acercó corriendo al verlo salir de su habitación.

—Tendou —hizo la apropiada reverencia.

—¡Waka, ya hemos hablado millones de veces sobre las formalidades! 

—Lo siento —susurró con un rubor en sus mejillas. ¿Por qué sentía caliente su rostro cuando hablaba con Satori?

—Te perdono —dio palmaditas en la cabeza del peli oliva y empezó a caminar junto a él—. ¡Por cierto, Ushi! ¿Qué clase tienes?

Parpadeó un par de veces, acordándose del horario.
—Química, según yo.

—¡Oh, nosotros tenemos Ciencias Sociales! Dijo la profesora que hoy íbamos a ver algo sobre las decisiones, pero no sé si prestaré atención o no —se encogió de hombros.

—Nosotros estamos viendo el número de Avogadro.

Satori abrió los ojos.
—¿La qué cosa de qué? —ladeó la cabeza—. Tengo el número del abogado de la familia en una libreta, pero no más.

—No. El número de Avogadro es el número de elementos en un mol. Es el factor de proporc-

—¡Bla, bla, bla! —Tendou se tapó los oídos—. ¡Cosas de niños adelantados, cosas de los que hacen la tarea! —se detuvo en la puerta de su salón—. Bueno, ¡nos vemos en el recreo, Waka!

Se despidió con la mano y entró dando saltitos al salón. Se sentó en su pupitre, casi al final de la clase, al lado de la ventana, y vio al patio hasta que llegó la maestra.

30% [Haikyuu!! UshiTen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora