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MDD. Major Depressive Disorder, o Trastorno Depresivo Mayor.
3.1 Sentimientos persistentes de inutilidad o culpa, especial fijación en los fracasos y autorreproches. 

—¡Wakatoshi~! ¡Abre, por favor! —las peticiones amables del inicio se habían convertido pronto en súplicas dolorosas que salían rotas de su boca—. ¡Te lo ruego, Wakatoshi! ¡Te extraño mucho!

Hace semanas que Ushijima lo ignoraba. 

—Te decepcioné, ¿verdad? ¡Sé que me he cortado, pero no lo volveré a hacer, Waka! —oyó un resoplido adentro, ¿Wakatoshi no le creía? ¿O sólo se había hartado de él?—. Perdóname, Ushy.

El estómago se le revolvió cuando vio un papel ser lanzado debajo de la puerta. ¡¿Era Waka?! ¡¿Volvería a hablarle?!

Sonrió por un momento.

En la nota estaba escrito, con mayúsculas y rotulador negro grueso: “NO”.

Satori sintió su garganta cerrarse violentamente. Estaba temblando otra vez. Tomó el papel con miedo y lo dejó al lado de la puerta mientras tapaba su boca con fuerza.

—Perdón... —susurró y se giró para irse.

Eran diez metros, diez metros separaban su habitación de la de Wakatoshi, eran menos de trece pasos y aún así se tropezó en el segundo. 

Con el golpe mordió su labio, y con su cara casi pegada al suelo sólo pudo ver la sangre que salía mezclándose con sus lágrimas. Presionó la mano contra su boca y entre tropiezos logró llegar a su habitación.

No notó al chico de pelo con puntas oscuras que lo veía desde ahí afuera.

Cerró la puerta con seguro y se encerró también en su armario.

Dolió.

Dolió tanto.

Dolieron los cambios.

Cambios discretos e imperceptibles, que sólo le dieron el golpe completo cuando se dio cuenta de que ocurrieron.

Como cuando cambiaron de ponerle apodos como "Monstruo" o "Bicho feo" a golpearlo. O de ahí a organizarse entre todo el salón para molestarlo.

¡Como cuando era invisible!

¡O como cuando todas las niñas gritaron de horror en cuanto dijo su nombre a la clase!

Oh, no. Eso último salió natural.

Despierta, ve a clases, platica con Semi, ve con el psicólogo o a entrenar, haz tarea, duerme.

Dolió cuando dejaron de ser bromas. Ahora eran frases que relatan la horrísona verdad sobre su vida.

Dolió cuando ya no se lo decía nadie, él sólo repetía las mismas frases en su mente, terminando por hacerlas doctrinas fundamentales de su vida.

Era un monstruo.

No debía de acercarse a los humanos. 

Si lo hacía, sólo les haría daño. 

Estaba mejor encerrado.

Despierta, ve a clases, platica a medias con Semi, miente cuando te pregunten, haz tarea, llora, duerme.

Encerrado en su armario. Porque entre esos cuatro tablones de madera no ocurría nada, en ese pequeño espacio no podía dañar a nadie.

O tal vez estaba mejor muerto.

Sí, definitivamente estaba mejor cremado, así nadie vería su horrible rostro.

30% [Haikyuu!! UshiTen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora