Capítulo IV

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"De tener éxito, esta alianza podría asegurar nuestra expansión internacional. Significa más ventas, más productividad, más empleos, más ingreso, nuestras finanzas se dispararían hasta el cielo y lo mejor, un gran reconocimiento en todas las partes del mundo ¿no es genial?"

"Estás en lo correcto, quizá incluso podrías llegar a tener una futura alianza con marcas mucho más grandes, eso sí nos garantizaría pasar a la historia"

"Tú también. Eres capaz de cosas muy grandes, líder Jiang"

Después de terminar la cena, detallar pequeños aspectos para llegar a un acuerdo completamente satisfactorio, Jiang Cheng estuvo en constante comunicación con Lan XiChen, habían intercambiado sus números de teléfono personales y se escribían al menos una vez al día. Aunque Jiang Cheng quisiera negarlo, era imposible no notar en sus ojos el brillo de la emoción que era incapaz de ocultar.

En parte, él había tomado la empresa por la obligación que tenía con sus padres, pero muy en su interior, era algo que siempre le había gustado. Desde pequeño se fascinaba con aquellas pequeñas cosas, a él no le gustaba la moda extravagantemente ridícula, sino que, como alguien de su talla, pensaba en la moda simple, pero elegante, que incluso si no aquella persona no fuese el primer ministro, podría acceder con cierta facilidad a sus productos. Era por eso que su negocio había prosperado a lo largo del tiempo, inclusive sin sus padres.

Al mismo tiempo, siempre había admirado a la familia Lan, su familia nunca tuvo tanto contacto con ellos, pero aquella influencia en la educación era innegable, tanto que sus padres habían enviado a él y a su hermano adoptivo a cursar al menos un año en ese magnífico complejo. Aún recordaba las paredes de color blanco erigidas tan altas como una muralla, los Lan no eran personas excéntricas, y tampoco eran arrogantes, pero tampoco era tan modestas. Con sólo echar una mirada en la sala principal del complejo, se podían notar los pequeños artefactos de alta calidad, incluso la tela que vestían, aún si fuese casi absolutamente todo blanco, definitivamente no era tela barata.

"Líder Jiang, hay algo que me gustaría pedirte"

—Wei WuXian

Milagrosamente, su hermano adoptivo estaba en una de sus inusuales epifanías artísticas, pintando un cuadro en su espacio (el garaje) que estaba lleno de sus obras completas o incompletas, incluía esculturas además de pinturas. Pero esta vez, estaba pintando un océano, los paisajes ciertamente eran uno de sus fuertes, y algo con tantos tonos y colores como el mar, no eran tan complicados para él.

—Yo... Quiero que me ayudes con la alianza.

Jiang Cheng estaba algo nervioso, Lan XiChen en realidad le había pedido expresamente la participación de Wei WuXian en la colaboración, le preguntó porqué, pero él le dijo que quizá no debía tomarlo en serio, eran cuestiones familiares en las que él no estaba invitado, dijo según sus propias palabras.

—¿Necesitas algo?

—No. No me refiero a eso.

Wei WuXian no había dejado de pintar, no se había volteado para verlo, pero al escuchar, se detuvo.

—¿Entonces a qué te refieres?

Limpió su pincel y sus manos con una manta, tomo uno más fino y empezó a darle unos pequeños detalles

—Quiero que participes — Antes que pudiera decir algo, Jiang Cheng continuó —. Sé que desde hace tiempo, técnicamente no eres parte de la empresa, pero sigues siendo mi hermano y mis padres te dejaron parte de ella. Es tu obligación, pero también tu derecho.

Un sólo latidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora