⊱⋅ 𝙾𝚗𝚎 𝚂𝚑𝚘𝚝𝚜 - [𝙰𝚛𝚞𝙰𝚗𝚒]

El Baile de Invierno (Parte 2): "Promesas"

El mismo profesor volvía a faltar a su turno de clases con el penúltimo curso, ya por tercera vez. Los alumnos todavía no sabían si estaba enfermo, si había perdido su horario o si lo hacía por desgano en realidad, pero tampoco les molestaba el tiempo libre que dejaba de cuando en cuando ese pequeño espacio en blanco.

En sus pupitres ubicados en triángulo casi al final del salón, tres cercanos amigos conversaban:

―¿Cuándo se lo piensas pedir? ―cuestionó Eren, sentándose al revés en su silla para poder ver con picardía a Armin, ubicado una por detrás.

―¿Pedir el qué? ―respondió este, haciéndose el desentendido y levantando la vista sobre cualquier cosa que hubiera estado escribiendo.

―Tú sabes de qué te habla, lo último que eres en este mundo es estúpido ―rio por su parte Mikasa, al mismo tiempo arreglando los lentes caídos de su rubio amigo y acomodándole el cabello despeinado―. ¿Todavía no son novios?

―Ehmm... no ―negó varias veces y volvió a bajar la cabeza.

―Yo no estaría tan seguro de eso, ¿sabes? No creo que haya que pedírselo explícitamente para hacerlo oficial, además de que ese no parece el estilo de Annie ―reflexionó el otro chico, llevándose una mano a la barbilla y viendo hacia sus pies mientras pensaba, aunque fue solo cuestión de segundos que le llegase una idea a la mente―.... Pero si tanto te interesa una propuesta decente, ¿por qué no se lo dices?

―No lo presiones, Eren, tampoco es su estilo ―negó la pelinegra, mirándose las uñas y ladeando la cabeza―. El de ninguno de ustedes, la verdad ―dijo casi en un susurro―.

―¿Qué? ―preguntaron los dos chicos al unísono, habiendo escuchado apenas.

―Nada, olvídenlo ―rodó los ojos en respuesta, soplando un mechón de cabello que tapaba la vista de su ojo derecho y volviéndose a centrar en Armin―. Al menos piensas invitarla al baile de invierno, ¿no es así?

―No, no lo haré, ella no va a querer ir conmigo ―contestó este, suspirando con pesadez―. Seguro le gustaría ir con alguien más para no tener que esconderse.

―¿Y eso no te molestaría? ―alzó una ceja la chica, bastante confundida por la actitud del rubio, a lo que este negó.

―O bueno, tal vez sí, pero me aguantaría. Al fin y al cabo no somos nada.

―Si no fueran nada no se acostaría con...

―¿Qué te he dicho de hablar así? ―Eren no fue capaz de terminar su frase antes de que Mikasa le tapara la boca.

―Solo digo la verdad ―levantó los brazos y cerró los ojos, estando ya de más sus anteriores palabras―. Además, ni que hubiera dicho una mentira o una obscenidad. Mikasa, te pasas.

―No empiecen a pelear, por favor ―su amigo bajó la cabeza, escondiéndola entre ambos brazos.

―Tranquilo, en algo tiene razón, y nadie debería estar con alguien que se avergonzara de él ―afirmó ella, a lo que Armin sacó uno de sus ojos con curiosidad, solo notando una mirada fría y seria por parte de la muchacha―. Annie debería haberte dejado hace mucho.

―¡¿Qué?!

―¡Ja! Al final alguien que me entiende ―sonrió victorioso el ojiverde, mirando hacia el cielo como agradecido―. Los hemos visto todos los días y siempre parece que eres tú el que se trata de esconder.

―N-no, eso no es...

―Deberías confiar más en ti e invitarla al baile antes de que lo haga alguien más ―lo interrumpió de nuevo el mismo, frotando su hombro.