6

1.4K 142 57
                                    

—Papá...—un pequeño Hiro salía de la habitación, adormilado dirigiéndose a la cocina.

—Estoy en la cocina Hiro —gritó Yamaguchi.

—¿El señor Tsukishima ya se fue? —decía Hiro mientras tallaba sus ojitos y bostezaba.

—Sigo aquí, Hiro —Tsukishima se asomó desde la cocina, donde pudo ver a Hiro dando pequeños pasos.

—¡Tsukishima! —sonrió—, que bueno que estas aquí— Hiro miró los diferentes ingredientes en la mesa y a su padre con un mandil—, ¿ya vamos a comer? —sonrió instintivamente viendo a ambos, sintiendo una calidez que no sabía de donde venia exactamente, pero le gustaba sentirlo.

Yamaguchi se acercó a su hijo con su delatan color amarillo. Hiro lo había decorado como manualidad en la escuela. Este tenía un forro blanco que estaba lleno de dibujos con crayolas, en el que aparecían dos muñequitos lanzando una pelota de voleibol, simulando a Yamaguchi y a Hiro.

—Sí amor, ya vamos a comer —se puso a la altura de su hijo, dando un beso en su frente—, ve a bañarte, vale.

—Sí papá—Hiro sonrió sintiendo la calidez de su padre, y subió al piso de arriba.

Después de unos minutos Yamaguchi y Tsukishima pusieron la mesa, esperando a Hiro que bajaba con una sudadera y pantalón de lana con estampado de Dinosaurios.

— ¡¡Listo!!— dijo Hiro sentándose a un lado de su papá.

—Bien, comamos, entonces.

Hiro asintió y miró a Tsukishima y a su padre con una sonrisa; la comida paso entre agradables conversaciones, las cuales, Hiro había comenzado.

—Señor Tsukishima —dijo Hiro con la boca llena.

—Hiro —Yamaguchi lo miró —no hables con la boca llena, cariño.

—¿Qué pasó Hiro? —Tsukishima lo miro.

—¿Cómo conociste a mi papá?, no parece que fuera el día que diste las becas; mi papá no suele hablar con mucha gente, es muy serio, y a ti parece que te conociera desde hace mucho.

—Vaya, veo que eres muy observador. ¿Yamaguchi no te ha contado?

—No...

Tsukishima miró a Yamaguchi alzando una ceja, con una mirada que le decía, «¿por qué nunca hablaste de mí?», a lo cual Yamaguchi ignoró mirando hacia otro lado.

—Bueno, tu papá y yo nos conocimos desde que éramos pequeños, así que nuestra amistad avanzó hasta preparatoria, si es que tu padre aún no ha tirado fotos nuestras —esto último sonó como una advertencia para Yamaguchi —, podrás verificar que es cierto.

— ¡Papá! —Hiro se volteó sorprendido hacía su padre— por qué nunca me lo contaste.

—No creí que fuera importante decírtelo...—dijo Yamaguchi avergonzado por la confrontación de ambos y aunque esas no eran las palabras correctas, no pudo decir algo más.

—Pero es el señor Tsukishima, papá, eras amigo de alguien como el señor Tsukishima.

—Bueno Hiro...

—Tienes razón Hiro—Tsukishima lo miró—¿Por qué nunca dijiste nada Tadashi?

—Bueno ya...—Yamaguchi se encontraba nervioso—, ahora lo conoces Hiro, basta de interrogarme y coman, no quiero que se enfríe su comida.

—Pero, papá...

—Sin peros Hiro —Yamaguchi miro a su hijo severamente y este se quedó callado, Tsukishima estaba igual de dispuesto a hablar con su amigo en ese momento, pero Yamaguchi lo notó y lo reprendió de igual manera —Lo mismo para ti Tsukishima, come, y más tú, lo necesitas.

¿Creo que me enamoré? [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora