8

1.4K 127 59
                                    

Hiro abría los ojos de poco a poco y escuchaba a lo lejos las particulares pisadas de su papá, indicando que ya se estaba preparando para ir al trabajo.

—¡Papá ya regresó! —dijo apurado y luchando contra las cobijas que siempre revolvía al dormir.

Hiro tenía la costumbre de que cuando no veía a su papá en las noches iba temprano a saludarlo, aunque se muriera de sueño. Tendió su cama y estaba dispuesto a recoger sus dinosaurios con los que había jugado ayer, pero se dio cuenta que Tsukishima los había recogido, así que sin más salió corriendo por las escaleras, gritando energéticamente.

—¡Papá! —el pequeño bajo las escaleras y vio a su papá probando la lasaña que sobraba de Tsukishima.

—Tienes razón, quedo un poco quemada, pero no sabe mal —dijo sonriendo Tadashi, apenas mirar a su hijo—. Hola, cariño, ¿cómo dormiste ayer?

Bien papi —dijo sonriente—, hoy tengo antojo de cereal con leche —dijo mientras se disponía a sentar y aunque en realidad él solía servirse, a excepción de cuando se trataba de hacer hot cakes, había días en donde era caprichoso y quería que su papá le diera el desayuno.

—Ahorita lo preparo, ¡oh!, por cierto, puedes tocar la puerta en el cuarto de invitados, para que despiertes a Tsukki —dijo sabiendo la reacción de emoción que tendría su pequeño.

—¡¿Tsukki está aquí?!— brillaron sus ojitos, y antes de escuchar la respuesta de su padre, fue enseguida al cuarto de invitados. Hiro tocó la puerta y llamó su nombre tímidamente.

—¡Tsukki!...

Al poco rato salió Tsukishima aun bostezando y tallando sus ojos.

—¡Tsukii! —dijo abalanzándose hacía él y escuchando un quejido sordo del mayor ante la fuerza con la que él pequeño se abalanzo.

—Hiro —le sonrió—, buenos días.

—Hola Tsukki —dijo Yamaguchi quien caminaba directo hacia ellos —creo que alguien está muy feliz de verte— le sonrió, lo miro a él y luego a su hijo.

—Yams...— le devolvió la sonrisa sin ninguna timidez.

—Seguro que no quieres que te lleve al trabajo, puedo dejarte unas cuadras antes, para que no haya problemas —insistía Tsukishima.

—No Tsukki —rasco su pelo un poco nervioso.

—Bueno...—Tsukishima sin notarlo hizo una pequeña mueca de inconformidad, una que pocas veces hacía, y que Tadashi estaba seguro que su amigo no se daba cuenta que hacía. Pero él en lo particular disfrutaba verlas, así que cuando vio el gesto, sonrío ligeramente.

Tsukishima salió unos cinco minutos antes, y dejó a Yamaguchi aun cambiándose. La razón por la que Yamaguchi no había salido a la par, era porque, aunque pareciera ridículo, no tenía nada que ponerse, pues todos eran trajes que Toshio le había comprado, y le parecía un poco raro usar ropa que su ahora ex le había dado. Y no era que Yamaguchi no pudiera comprase algunos, de hecho, tenía suficiente dinero para comprarse trajes, pero como no veía la necesidad, ya que Toshio siempre se los daba, Yamaguchi se había acostumbrado a comprar sólo ropa casual.

—Hasta ahora me doy cuenta de que no tengo más que dos trajes comprados por mí mismo y ya son viejos — se dijo a sí mismo y se miró al espejo—, bueno no se ven tan mal, sólo se ven sin un poco de color...— trato de no tomarle tanta importancia y salió hacia su trabajo no sin antes desearle un buen día a Hiro y Asuna.

—Señor Tsukishima —dijo Usagi cuando vio entrar en la empresa a su jefe —, me tenía un poco preocupado, sé que se comunicó conmigo en todo momento, pero...bueno...es la primera vez en la que se ausenta por completo del trabajo.

¿Creo que me enamoré? [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora