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—Tengo que ir a trabajar Tsukki —decía Yamaguchi mientras ambos seguían abrazados.

—No vayas, vamos a otro lado ¿sí?

—Tsukki... ¿ya terminaste tu trabajo? —dijo Yamaguchi en un tono de reprimenda.

Tsukishima solo negó con la cabeza

—Ve a terminarlo, y nos vemos en la tarde, vale.

—Bueno —Tsukishima hizo un pequeño puchero.

Yamaguchi al ver el gesto del rubio decidió poner sus manos en ambas mejillas y darle un beso en la frente.

Tsukishima sonrió —Te recojo después del trabajo, de acuerdo.

—De acuerdo —le devolvió la sonrisa—. Ahora, tengo que irme ya —Yamaguchi volvió a darle un beso en la mejilla y se fue alejando de Tsukishima. Y no es que no quisiera estar con el rubio, pero sabía que, si se quedaba ahí, posiblemente no soltaría a su novio. Cuando estaba a punto de cruzar la calle para llegar a la empresa, se dio media vuelta y despidió con la mano a Tsukishima quien lo seguía mirando.

Yamaguchi estaba realmente tan feliz que cuando entro en elevador, comenzó a dar pequeños saltitos y a mover sus brazos de alegría.

—No puedo creerlo, es acaso esto un sueño maravilloso —se dijo a sí mismo.

El elevador se abrió y volvió a mantener seriedad, aunque era casi imposible pues la sonrisa de felicidad que tenía simplemente no se podía borrar.

—¡Uy!, y esa sonrisa Yams —dijo Taiki—, paso algo, cierto...me quieres contar, ¿cómo te fue con Tsukishima?

—No paso nada —le sonrió a su amigo y comenzó a teclear en su computador.

—Claro que paso algo, dímelo.

—No...—volvió a sonreírle.

—¡Yamaguchi Tadashi!, no le vas a contar nada a tu amigo, quien siempre te ha apoyado —fingió llorar.

—¡Ay!, ya, ya, ven vamos al baño ahí te cuento —le susurro y ambos agarraron unos papeles fingiendo que iban a entregarlos y cuidando nadie los veía entraron.

—Bueno, adelante Yams, escucho.

Yamaguchi le fue contando a su amigo, todo lo que había pasado, de vez en cuando guardaban silencio cuando alguien entraba y volvían a retomar su platica. Taiki se sentía demasiado feliz por lo que su amigo le había contado, jamás lo había visto de esa forma. Después de casi 10 minutos estando en el baño decidieron volver y siguieron trabajando, hasta que dieron las 7:00.

Tsukki 🦕💕

Ya estoy afuera.

Ya casi salgo, solo tomo mis cosas y ya💜.

Aquí te espero.

—¿Ya está abajo? —dijo Taiki al ver a su amigo recogiendo sus cosas apurado.

—Sí.

—¿Quieres que apague tu ordenador?, yo guardo tus papeles no te preocupes, ya vete —le dijo sonriendo.

—Enserio, gracias, Taiki —Yamaguchi se despidió de su amigo y se dirigió donde siempre se estacionaba el rubio. Aquel peliverde subió al auto y fue recibido con un pequeño beso en los labios.

—¡Tsukki! —colocó una de sus manos tapando sus labios, ruborizado—, alguien nos puede ver.

—Nadie nos va a ver Yams, estamos en la camioneta.

¿Creo que me enamoré? [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora