4

1.3K 162 23
                                    

Tsukishima se detuvo antes de que Usagi y él pudieran entrar a la camioneta que los esperaba.

—Usagi, sabes... —se detuvo un momento y lo miro —hoy puedes ir a descansar, pero necesitaré la camioneta, lo siento, necesito hacer algo que de verdad sólo yo puedo hacer, es complicado, yo...

—No se preocupe señor Tsukishima, sólo por curiosidad —Usagi lo miro con cautela por si era necesario detenerse al ser un poco imprudente—, se trata de la persona que me pidió investigar, perdón por ser entrometido, nunca lo soy, usted lo sabe...

Tsukishima le dio una sonrisa apenada y lo miro—Sí, en realidad sí, por eso necesito hacer esto solo... entiendes.

—Lo entiendo señor, así que adelante.

—Gracias, nos vemos mañana, cuídate Usagi —le volvió a sonreír y lo vio entrar al mismo departamento en el que también se encontraba.

—Ahí viene el señor Tsukishima, es tan guapo —decía desde el piso de arriba una de las secretarías.

—Otra vez —decía Yamaguchi en voz baja empezando a sentirse nervioso mirando a donde todos lo hacían.

—¿Acaso no te cae bien el presidente, Yamaguchi? —dijo una de las oficinistas que logró escucharlo.

—No, yo... sólo...no es nada— Yamaguchi miro rápidamente a sus compañeros de trabajo y para librarse de la incomodidad, se ofreció a hacer lo que siempre odiaba—, ¿quieren que vaya por café?

—¿Quieres ir? —dijo su amigo mirando extrañado al peliverde.

—Sí, sí, dame la tarjeta.

—Bueno, chicos —se dirigió su amigo a las seis personas de su departamento —Yams irá hoy por el café, así que pídanle a él.

Yamaguchi fingió una sonrisa, porque para ser honestos odiaba ir por café cada inicio de semana, pero prefería mil veces eso a tener que ver a Tsukishima.

—Yamaguchi, yo quiero —el teléfono de su amigo sonó —, espera, sí, diga...—una voz que parecía ser del subjefe daba indicaciones—, ¡oh!, de verdad, bien en un momento les aviso a mis compañeros.

—¿Qué pasa? —Yamaguchi se acercó a su amigo.

—El señor Tsukishima... va a venir a nuestro departamento. Yamaguchi lo mejor es que te quedes, si ve tu puesto sólo podría regañarte.

—¿Por qué vendría a nuestro departamento? —dijo Yamaguchi tratando de sonar lo más razonable posible, cosa que en realidad era imposible en ese momento para él.

—Somos de marketing, supongo que necesita saber cómo van nuestras estrategias.

Era un buen punto, pero no era lo que necesitaba en ese momento. —Bueno, no importa, ahora vengo.

— ¡¿Qué?!, pero si te estoy diciendo que no es conveniente —su amigo se acercó un poco más para que sólo él pudiera escuchar— Yams... ¿estás bien?, pasa algo...

—Sí, sí, no pasa nada, de verdad —dijo rápidamente para esquivar más posibles preguntas—, no importa, solo iré por el café, regresaré a tiempo.

Yamaguchi salió prácticamente corriendo en dirección a las escaleras, pues la idea de encontrase con Tsukishima en el elevador lo hacía ponerse más nervioso.

🌿

—Buenos días, director Tsukishima —dijeron al unísono los trabajadores, haciendo una reverencia.

¿Creo que me enamoré? [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora