¿Creo que me enamoré? [Terminada]

[Especial 2] Usagi, el bar, y el desconocido...

Usagi miraba su copa de martini mientras escucha la música relajante del bar. Había conocido ese lugar hace poco, pero ya se habia hecho amigo del barman.

Aprender a socializar y ser agradable en el trabajo le había abierto muchas puertas y amistades, aunque para ser sinceros, en realidad no tenía muchos amigos, pues el trabajo no se lo permitía.

El bar en el que había entrado estaba antes de llegar al barrio donde era bien conocido por sus antros y bares, pero aquel pelicafé odiaba el bullicio, así que siempre escogía lugares donde no hubiera tanta gente y que fueran bares gays.

Usagi desde muy temprana edad se había dado cuenta de su orientación, y experiencias había tenido muchas, que le durarán sus parejas o no, era otro tema.

Este era de complexión delgada, tez blanca, alto, su pelo era color café, demasiado claro, tirando al color moka, su perfil y mandíbula estaba bastante definidos, sus ojos siempre parecían estar cansados, pero muchas de sus exparejas, consideraban que eso era lo que les atraía. A través de ese perfil y tez blanca, un pequeño lunar debajo de su ojo derecho a la altura de la mitad de nariz, justo en el centro de ese espacio, adornaba su rostro. Sus manos eran delgadas y tenía dedos largos que mostraban sus venas marcadas.

En pocas palabras, Usagi era una persona bastante guapa. Su mejor amiga siempre bromeaba con él, diciendo que era muy bien parecido y que era la pareja perfecta de cualquiera, tanto de un hombre como de una mujer, pues a la edad de cuarenta años, con un buen sueldo, lo consideraba digno de ganar el título de hombre guapo que mantiene a su pareja.

Incluso su amiga, que a pesar de que era lesbiana, bromeaba sobre que si a los cuarenta siete años no encontraban a nadie, entonces se tendrían que juntar y ser felices.

Mientras recordaba aquel momento y se preguntaba, por cierto, el por qué el día de hoy su amiga no contestaba los mensajes, por el rabillo de su ojo miro que se posaba un chico, que el barman atendió rápidamente.

— ¡¿Y ese placer que nos visitas?!

—No estoy para bromas está vez —el chico suspiro.

Está bien, está bien, ¿quieres lo mismo de siempre?

Este sólo asintió.

Usagi jugaba con su copa de martini mientras veía de reojo al chico alto y delgado a su lado, a primera vista no se veía nada mal, pensó Usagi, pero tampoco estaba de humor como para empezar una plática con él así que se quedó callado.

El barman les sirvió y se dedicaron a beber en silencio, mientras veían como este atendía al resto de la gente, en un momento en el que se desocupo, le entrego a aquel chico un disco.

—Honestamente esto no es mi estilo —dijo, dejando, dicho objeto en medio de ellos, por inercia ambos voltearon a ver el disco y luego al barman.

—Es obvio que no sabes apreciar arte amigo.

—Es un pecado que no te guste Jeff Buckley, para ser honesto —dijo Usagi con un ligero tono de reclamo, ante el gran desacuerdo, y el chico volteo de manera rápida para verlo, comprobando que lo que habia dicho era real, a lo que Usagi se limitó a darle una sonrisa y volteo de nuevo a ver al barman.

—¿También conoces al cante? —le dijo.

—Bueno es Jeff Buckley.

—¿Y por eso debería conocerlo? —dijo el barman.

—Sí —dijeron ambos.

—Bien, quédense con sus cosas nerds de música, seguiré atendiendo.

Aquel barman se dirigió a atender a otras personas dejando a Usagi y aquel chico pelinegro de nuevo solos.