𝗆 𝖺 𝖽 𝖾 𝗅 𝗒 𝗇

𝐡 𝐮 𝐢 𝐭

〄

    LA MAÑANA SIGUIENTE, Madelyn se despertó sintiéndose nerviosa. Su día estaba completo; aquella mañana se haría el tatuaje de la manada y luego irían a hacer salto de acantilado. En la tarde, conocería cuál era su familia biológica y en la noche era la fogata con las leyendas.

    Ella oyó a su padre escaleras abajo y decidió unirse. Quería hablar antes con él antes de saber quienes eran sus padres. Ella se acercó de puntillas de pie a la cocina y esperó a que su padre la notara. Él alejó su vista del periódico y lo dejó en la mesa, sonriéndole a su hija.

"Buenos días Maddy, ¿Estás bien?" Él alzó su ceja, mientras ella asentía y se sentaba frente a él.

"Hola papá. Um, quería hablar contigo de algo" Ella mordió su labio nerviosamente.

"Seguro, adelante"

"Quiero saber de donde son mis padres biológicos" Ella no podía simplemente preguntar quienes de La Push eran, ya que no se suponía que tuviera ninguna pista de su herencia. Los ojos de Charlie se abrieron enormemente. Madelyn jamás había preguntado por ellos, diciendo que era feliz con él y Renée.

"Um, son de La Push... ¿Quieres que me contacte con ellos por ti?" El rascó su nuca.

"No, iré a la reserva hoy. Buscaré por ellos" Su padre asintió.

"¿Sabes dónde buscar?"

"Si... Escucha papá, te explicaré todo pronto, ¿Okey? Solo necesito hacer esto hoy, pero te diré. Lo prometo" Madelyn había planeado preguntarle a los ancianos sobre aquello, ya que Billy y Harry eran los mejores amigos de su padre y se habían conocido por un largo tiempo. Los forajidos no tenían permitido saber, pero Madelyn quería compartir aquella parte de su vida con su padre, así que con suerte ellos aceptarían.

"Um supongo que esta bien. Mira, solo quiero que sepas que siempre serás mi pequeña niña, ¿Okey? Aún cuando no soy tu padre biológico. Te amo Maddy" Charlie se puso de pie y besó su cabeza. Su corazón estaba lleno de amor, ella jamás se había sentido tan agradecida de la familia que tenía.

◦◦◦

    AL LLEGAR A LA CASA DE Connie Black para hacerse su tatuaje, se encontró con Jared afuera. Sonriendo enormemente, él la atrajo en un abrazo de oso. De manera que sus pies ya no estaban tocando el suelo.

"¡Hey Mads! ¿Estás nerviosa por tu tatuaje?" Él bromeó, despeinando su cabello. Madelyn resopló y alejó su mano.

"Realmente no. Además, tú estarás allí si necesito aplastar la mano de alguien" Ella sonrió dulcemente y palmeó su mejilla mientras él rodaba sus ojos con una sonrisa. Tocaron la puerta y esperaron a que Connie abriera.

    La mujer morocha los recibió con una gran sonrisa, un pequeño de doce años escondido detrás de sus piernas.

"¡Hola chicos! ¿Estás lista Madelyn?" La chica Swan asintió y le sonrió a Collin cuando pasó junto a él. Connie los guio a una habitación con una mesa, su equipamiento y una silla. Ella se puso a trabajar mientras Madelyn agradecía ser una loba. No estaba sintiendo el dolor y sanó rápidamente luego de que estuvo terminado. Le tomó una hora a la mujer para hacerlo.