𝗆 𝖺 𝖽 𝖾 𝗅 𝗒 𝗇

𝐪 𝐮 𝐚 𝐫 𝐚 𝐧 𝐭 𝐞 - 𝐞 𝐭 - 𝐮 𝐧

〄

    LAS SEMANAS SIGUIENTES, el invierno comenzó a aparecer. Madelyn, Nathaniel y Aiden pasaban la mayoría de los días con Charlie, cuando él no estaba trabajando. El jefe de policía estaba más que feliz de hacer sentir al niño como en casa en Forks.

    Él le mostró a Aiden la ciudad entera, incluso compartiendo un par de memorias de su juventud allí. La cambiaformas y el vampiro estaban, la mayoría del tiempo, siguiéndolos mientras compartían miradas de cariño por el hombre y su hijo. Ellos no podían estar más agradecidos de que estuvieran formando un vínculo tanto.

    Ya que la familia estaba quedándose mucho más en la casa Swan, ellos necesitaban lugares para dormir. Madelyn y Nathaniel dormían en la habitación de ella, como siempre, pero Charlie hizo una pequeña sorpresa en la habitación de Bella. Le dolía ver la habitación de su hija tan vacía, así que decidió hacer una habitación para Aiden.

    Hizo llorar a Madelyn mientras su padre les mostraba la nueva habitación y ella le insistía que Madelyn podía dormir con ellos, no era un problema ya que el niño siempre estaba colgado a uno de sus padres, para su felicidad. Pero Charlie era testarudo y no cambió su parecer.

    Así Aiden se acostumbraba a sus nuevos alrededores, la manada hizo su nuevo deber el mostrarle a su nuevo miembro la reserva La Push. Paul, Embry, Jacob y Quil querían llevar a Aiden a los acantilados, como un ritual para los nuevos miembros, ya que sus padres no le dejaron hacerse un tatuaje, para su decepción.

    El resto de la manada los creía increíblemente estúpidos por querer hacer que un niño saltara de los acantilados. Cuando Paul fue el no tan afortunado en preguntarle a los padres si podían llevar a Aiden, Nathaniel estuvo más que feliz de dejar que su esposa se transformara en el lugar y saltara sobre su hermano.

    Pero luego de un poco de persuasión, el estúpido cuarteto consiguió converncer a Madelyn y Nathaniel. Aiden saltó desde el acantilado más pequeño, acurrucado en el cuello de su madre. Él no había visto nada del pequeño salto, pero estaba más que orgulloso de alardear el hecho de que había saltado con el resto de la manada.

    Incluso si ambos lados de la familia consiguió hacer sentir a Aiden en casa y mostrarle un par de cosas en el pueblo, llegó a un fin pronto. Los últimos días, el híbrido pareció tener un estirón de crecimiento ya que ahora se veía mucho más grande. Y gracias a su rápido crecimiento, Aiden realmente ya no podía salir más. Si el se veía de cuatro años tres semanas atrás, el ahora se veía de diez años.

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