12.- Castigo

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Narra Leorio.

Te amé desde que te conocí, fué amor a primera vista, indiscutiblemente te deseaba más que a nada.

Pero cuando iba a decírtelo hace años...

— ¡Leorio! ¿adivina qué? — entraste a mi casa gritando como un loco de atar. — conocí a un chico genial... — desde esa frase mi corazón empezó a paralizarse — y creo que me gusta.

¿Cuando me convertí en tu confidente? no tenía planeado quedarme en ese puesto.

Siempre quería confesartelo o encontrar el momento perfecto para tomarte con la guardia baja, con el corazón roto para llenar tu vacío.

Ese día nunca llegó.

Lo amabas tanto como yo a ti.
Y eso me volvió un demente.

Tuve que soportar esas conversaciones sobre lo grandioso que era, el tal Kuroro.

Atento, cariñoso, cuidadoso, inteligente, creativo, como si la naturaleza se hubiera encargado de formar al ser humano ideal para ti.

Cada una de esas palabras terminaron por romper mi alma.

Cuando te casaste fué el día más felíz de tu vida. Y fué el día más triste de la mía.

La persona que amo se casó con otro que llegó después y se quedó con lo que era mío. Kuroro no te merecía, ni te merece.

Menos mal que ya no está.

Está muerto y sin embargo, todavía te cuesta entenderme. Nunca me amaste de la misma manera, pero eso ya no me importa.

Si me aceptas o no, es lo que menos me interesa, porque te tengo en mis manos.

Haré lo que quiera contigo porque fuiste, eres y siempre serás mío.

Mi posesión, mi pertenencia, mi propiedad, cada célula de tu divino cuerpo sólo puede ser tocada, amada o destruida por mí.

Tu llanto me excita, hacerte sufrir me encanta, ver esa expresión negando lo inevitable, deshaciendote bajo mi cuerpo en vano, no puedes escapar, te tengo atrapado, adoro esta sensación de placer al obligarte, al castigarte por no haberme amado.

Mereces esto, Kurapika. Acepta tu dolor. Se acabó tu tiempo de felicidad, me toca ser felíz.

Yo seré el único que disfrutará de ti.

Narra Kurapika.

¿Porqué?... maldición... ¿porqué sigo vivo?

Desearía estar soñando, que esto fuese una desafortunada pesadilla, ojalá no me hubiera enterado nunca que Leorio sentía esto.

No... al contrario, debí entenderlo antes, debí prestar más atención y descubrirlo antes.

Es mi culpa, lo dejé entrar demasiado en mi vida y no sabía que él quería algo que yo no podía darle.

Aún así, dejar que haga lo que quiera conmigo para evadir mi culpa sólo empeorará la situación en la que ambos estamos.

Debo encontrar la forma de escapar y buscar ayuda, antes de que sus intenciones se vuelvan más grotescas.

Estoy sangrando... jamás había sentido un dolor físico como este. Podría morir de una hemorragia, me gustaría morir, al menos así puedo estar contigo y no aquí, Kuroro...

En cualquier momento moriré y nadie se dará cuenta de lo que pasó, Leorio pudo engañar a todos, incluso a mí, soy tan idiota, tan estúpido, no sospeché nada.

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2021 ⏰

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