Sentimientos.

Capítulo 10 (Final)

- ¡Milo bájate en este mismo instante de ese árbol! - Gritaba Deuteros tratando de evitarle un accidente a su inquieto hijo.

Degel los observaba recargado en la puerta con los brazos cruzados. Ese toque de travesuras le recordaba mucho a Kardia, tal pareciera que era su viva imagen.

- ¡No quiero! - Contestó el pequeño de escasos cuatro años intentando alcanzar una manzana de ese árbol que se encontraba en el patio de la mansión.

Al morir Unity por el supuesto accidente... Siendo la pareja aún de él, por ley heredó todos sus bienes.
Hades le prometió no hacerles daño si les entregaban todo lo que Unity guardaba bajo su sótano.
Ante esa petición Degel no se negó, lo que menos quería era problemas, incluso no se quería quedar en ese lugar que le traía malos recuerdos pero tampoco tenía la malicia de quitarle el empleo a cada uno de los trabajadores que dependían económicamente de ese lugar.

Es por ello que junto a su esposo Deuteros comenzaron a trabajar en conjunto invirtiendo en negocios, así fueron pasando el tiempo, unieron sus vidas ante las leyes del hombre y poco después nació esa pequeña manzanita traviesa que era feliz corriendo por todas las áreas verdes de la mansión.

Como ese lugar era muy espacioso, se llevaron al gemelo mayor a vivir con ellos, poco después conoció a Chris y se casó con ella, teniendo unos hermosos gemelos que respondían al nombre de Saga y Kanon.

Deuteros tenía mucha paciencia con su hijo, a pesar de que el pequeño parecía no tener fin, lo cuidaba mucho.

- Vamos adentro... Es hora de comer - Llamó Degel a su pequeña familia - Los demás no tardan en venir.

- Ya vamos cariño - Respondió el gemelo menor intentando bajar a su hijo del árbol quien victorioso sostenía una manzana con sus pequeñas manitas.

- Cuando quieras una manzana... Sólo pídela por favor - Deuteros intentaba poner en orden a su travieso retoño pero solo miró como aquel pequeño corría para entrar a la casa pasando a un lado de su mami.

- Siempre tan cariñoso amor.

Deuteros tomó de la cintura a su pareja y lo atrajo más a él para robarle un beso - Y tu no pierdes el encanto - Halagó separándose lentamente para entrar a la casa.

El momento cambió repentinamente cuando llegó su hermano acompañado de su familia.
El momento exacto para pasar una comida en familia.

La casa donde antes albergaba tranquilidad y soledad ahora era inundada de risas y juegos entre los pequeños gemelos y Milo quienes subían y bajaban por las escaleras para jugar.

Esa misma noche cuando todos se habían ido a la cama, Deuteros se encontraba en la cama esperando impacientemente a su pareja, llevaba varios minutos en el baño.

El gemelo menor se quedó fascinado al darse cuenta que la puerta del baño se abría lentamente, Degel había salido envuelto en una bata y en sus manos sostenía una cajita.

- ¿Que pasa? ¿Estás bien? - Cuestionó Deuteros levantándose de la cama para ver que le pasaba a su pareja.

- Es tu sorpresa - Le respondió entregándole la cajita en sus manos.

El moreno no entendía que pasaba, se sentó en la orilla del colchón y Degel se quedó a lado de él.
Mientras la abría al principio se encontró algunas tiras de papel blancas y más abajo encontró una prueba... De embarazo y con resultado positivo.

- Degel... Esto es...

- Así es, seremos padres otra vez y... - Degel no terminó de hablar, el gemelo menor lo abrazó, era una noticia que no se esperaba.