Capítulo 2: Gente extraña.

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Marlene sonrió al ver a la manada parada y bien vestida, como los había amenazado. Ariadna se removió incómoda y molesta al ver a unos 10 tipos con sudaderas y bermudas, y una mujer de cabello corto con unos shorts. Sintió escalofríos al verlos así tan veraniegos con el frío Polar que hacía afuera.

-Chicos, ella es Ariadna Miller, mi prima del sur de Texas.-Presento Marlene, señalando a su pequeña prima.-Arid, ellos son Embry Call -Señaló a un moreno que comía tranquilamente una pata de pollo. La pelirrosa hizo una mueca de asco.-Quil Ateara.-Señaló a uno bajito que bromeaba con quien reconoció como Jared.-Brady Fuller y Collin Lettlesea.-Señaló a los dos más pequeños del lugar, que miraban a la chica curiosos. Ariadna frunció el ceño.-Paul Lahote.-Señaló a uno que tenía cara de mujeriego, que le sonrió y Ariadna rodo los ojos.-A Jared ya lo conoces. Él es Sam Uley, mi prometido.-Señaló al que parecía mayor que todos.-Y Leah y Seth Clearwater.-Señaló a los hermanos.

Ariadna miró a ambos, primero a la chica a quien solo inspeccionó con una expresión neutra, y cuando posó su vista en el chico, cuando sus ojos miraron los de él, todo el mundo guardó silencio. El chico tambaleó levemente y se sintió desfallecer, cuando menos lo pensó, cayó de rodillas al suelo. Marlene cerró los ojos, y compadeció al pobre Seth por su impronta.

-¿A caso se siente mal?.-Preguntó Ariadna, rompiendo el silencio de sorpresa que tenía la manada en esos momentos.

-No, está bien, solo que no ha dormido mucho.-Respondió Sam, sorprendido aún.

-Ah...-Mascullo la chica. Se sentía extraña al sentir la sorpresa de la manada por un hecho que ni ella sabía.

Cuando Seth volvió a la realidad, solo atinó a salir corriendo del lugar, siendo seguido de su hermana Leah y los chicos. Ariadna quedó parada en medio del salón con el ceño fruncido y la cabeza hecha un lío. No entendía nada. Literalmente nada.

Kim estaba a nada de comenzar a saltar, pero se controló al ver el malhumor que traía la pequeña. Marlene le indicó donde podría dormir, habían hecho una pequeña habitación cuando supieron que ella vendría, y Ariadna solo soltó un amargo "Gracias", para luego dirigirse a su habitación.

Comenzó sacando su ropa de la valija, y pasaba a acomodar sus trapos en el diminuto armario que disponía la habitación. Se sentía demasiado incómoda.

Primero que se había ido al otro lado del mundo a convivir con su prima que hace años no veía ni sabía nada de ella, sin saber la razón de que hacía ella ahí.

Y segundo, no solo tendría que ver a su prima y prometido, sino que a todo un grupo de personas extrañas. Porque sí, para Ariadna, eran personas demasiado extrañas. Ya sea por sus formas de vestir tan veraniega o que todos llevaban el mismo tatuaje. Le resultó extraño ese compromiso tan tomado a la ligera. Ella no tenía ningún tatuaje, pero si se hiciera uno, no se lo haría con una persona, sino que algo significativo para ella y solo para ella.

 Ella no tenía ningún tatuaje, pero si se hiciera uno, no se lo haría con una persona, sino que algo significativo para ella y solo para ella

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Jamás, en toda su vida, Ariadna creyó que se sentaría en una mesa con unas 12 personas para comer. Ella acostumbraba a un máximo de 6 y hasta menos. Esto de compartir lugar con tantas personas, la ponía nerviosa.

-¿Cómo es Texas?.-Preguntó Kim, a la jovencita que jugaba con el filete en su plato.

-Cálido.-Respondió de manera distraída.

Seth, que estaba sentado a un lado de ella, sintió la incomodidad de la chica y quería sacarla de allí.

-No tienes acento marcado.-Le dijo Quil.

-No lo sé, mi madre era de Inglaterra y mi padre de aquí. Supongo que no tengo acento porque solo hable con ellos dos toda mi vida.-Excusó.

-No sabía que tu padre era de aquí.-Murmuró Jared.

-¿Como crees que soy prima sanguínea de Marlene?.-Le preguntó Ariadna con sarcasmo en su voz al chico.

Silencio. La mesa quedó en un silencio incómodo. Marlene miró a su prima y si había hecho bien al traer a su pequeña prima aquí.

-Mi madre y su padre eran hermanos.-Respondió Marlene. -Miller era el apellido de soltera de mi mamá.

Jared asintió con la cabeza. Estaba siendo una cena muy incómoda.

-¿Iras al instituto?.-Preguntó Seth.

Ariadna dejó de jugar con su comida para luego mirar al chico a su lado. Se sintió extraña al verlo a los ojos, como si lo conociera de otra vida. Lentamente dejo el tenedor sobre la mesa y abrió la boca para responder.

-Es un hecho. Solo tengo 15 años, algo debo hacer, ¿No?.

Seth sintió emoción al escucharla hablar hacia él, aunque fue de una forma grosera, estaba encantado con su dulce y fina voz. No era chillona, era fina, como la de una niña.

-Iras con Seth al instituto, alguno de nosotros los llevaremos y recogeremos.-Indicó Marlene.-Ya hice tu traslado, en unos días comienzan las clases.

-¿Es aburrido?.-Le preguntó Ariadna a Seth.

-Solo algunas clases.-Soltó Seth.

La chica asintió levemente y miró su plato a medio terminar.

-No tengo apetito, permiso.-Murmuró Ariadna, levantándose de la mesa y sin esperar respuesta, se dirigió a su habitación.

-Agradable.-Murmuró Paul, mirando la puerta por donde la chica desapareció.

-Les voy a pedir que tengan paciencia.-Suspiró Marlene.-Ha sido algo duro para ella venir, y creo que las cosas serán más duras ahora que...-Miró a Seth.-Ten paciencia.

Seth, aún mirando la puerta con tristeza, asintió de forma distraída, y luego salió del lugar para irse al bosque.

Ariadna estaba acostada en su cama, pensando en todo lo que había pasado hasta ahora. Mentiría si no dijera que se sintió especial al tener a ese chico a su lado, como si algo mágico estaría pasando y ella no se dio cuenta. Ella era amante de la fantasía, las criaturas sobrenaturales y mágicas, las contaba como si realmente existieran. Lo que ella no sabía, es que aquella magia que sintió, era real y más real que jamás podría haberlo imaginado.

Wolf Eyes |3| S.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora