Capítulo 7: Duda planteada.

10.4K 928 117
                                    

・゚゚・:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

・゚゚・:.。..。.:゚::✼✿ - ✿✼:゚:.。..。.:・゚゚

Ariadna caminaba por los pasillos del instituto con la cabeza en alto, como si nunca le hubiera lanzado un cuchillo de plástico a nadie. Su cabello corto, rosa y esponjoso, se movía por arriba de los hombros a medida que daba un paso. Esa mañana estaba particularmente de buen humor.

Y se preguntarán, ¿Ariadna conoce el buen humor?. La respuesta es si, pero son escasos los momentos en el que pasa, como los días soleados en Forks.

Y ahora se preguntarán, ¿Por qué está de buen humor?. Fácil, habló por llamada con una persona que hace tiempo no hablaba. Michael West, desde Canadá, sintió que algo no iba bien con la manada, y llamó a su hermana. Cuando el chico West supo que su prima estaba allí, no dudo en pedir hablar con ella.

Michael siempre tuvo una buena relación con la chica, no era nada del otro mundo, pero se llevaban de diez. Él, con su humor característico, le dijo que pronto iría a verla. No sabía cuando exactamente, pero sería pronto.

Además, organizó una salida con Seth, Leah y Marlene. El chico pronto estaría de cumpleaños, y le pidió a la joven pelirrosa que lo acompañara a elegir su regalo. Porque si, él siempre elegía sus regalos. Lo que Ariadna no entendió, o se hizo la desentendida, es que la manada estaba extremadamente al pendiente de su nueva amistad. Como si cuidaran de que no haya algo que los dañara. Ariadna, inteligentemente, optó por no preguntar por eso y simplemente lo dejo pasar.

También notó, que desde aquel día de su temblor, Seth estaba tenso y nunca estaban solos, siempre había alguien más, como si lo vigilarán. Su primer pensamientos fueron "Hormonas adolescentes" , creyó que fue por eso, por si aquellas hormonas aparecían y los chicos hacían algo indebido. Pero ese pensamiento se fue por el caño cuando hasta para ir al supermercado los acompañaban. Todo estaba muy raro, y la estresaba de sobremanera.

—¿Qué clase tienes ahora?.—Preguntó Aldana, una compañera de Ariadna con la que comenzó a hablar cuando Seth faltaba por causas inexplicables.

—Biología.—Respondió Ariadna, ajustando el agarre de su mochila.

—Yo igual.—Comentó la chica.—Oye, en el almuerzo, quiero preguntarte algo, pero no te enojes. ¿Bien?.

Ariadna la miró con el ceño fruncido, pero asintió lentamente con la cabeza. Ambas muchachas caminaron a su salón y comenzaron la clase. La joven de cabello rosa se sentía ansiosa, no sabía lo que le iba s preguntar su, posiblemente, nueva amiga.

A la hora del almuerzo, Ariadna casi tira a todos los que se le cruzaban en el camino para ir a la cafetería, donde Aldana la esperaba. Cuando entro al lugar, vio a la castaña sentada en una mesa solitaria con una bandeja de comida y un libro, se acercó casi trotando y se sentó de un salto, moviendo la mesa en el impacto.

Wolf Eyes |3| S.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora