wish you were sober ; muke

capítulo 3

Pasé la tarde entera viendo películas en casa de Ashton. A solas, por fin.

—Podemos ver esta película —dijo señalando a la televisión. —A Calum le gusta mucho...

—A mi no —respondí cortante al escuchar el nombre del moreno. Ashton me miró extrañado.

—A veces tengo la sensación de que no te gusta Calum —comentó tranquilo con un aire triste.

—No me cae mal —pensaba contárselo todo a Ashton de una vez, pero no sabía como decírselo. —Es solo que... A ver, no me parece mal pero yo... Simplemente...

¿Cómo iba a decirle que me moría de envidia? ¿Cómo iba a contarle sin más que quería que me prestase esa atención a mí? No quería atención, quería su atención.

Quería que volviéramos a ir a la azotea por las noches con mi guitarra para enseñarle mis canciones, quería que mirásemos las estrellas mientras me decía que era lo mejor de su vida, quería que fueramos de la mano por ahí sin ser más que amigos,... Le quería a él. Y apenas nos habíamos visto ese verano.

—Echo de menos que pasemos tiempo juntos —murmuré finalmente. Ashton me sonrió triste, me rodeó con los brazos acercándome a él y me dio un beso en la cabeza. Mi estómago dio un vuelco.

—Lukey —esa eufórica sensación volvió a recorrer mi cuerpo al escuchar el apodo. —Lo siento, de verdad. Yo también echo de menos pasar tiempo contigo, eres como el hermano que nunca tuve... Y no me había dado cuenta de que te estoy dejando de lado, pero te prometo que va a cambiar, ¿vale?

Asentí con la cabeza y me acurruqué junto a él sonriente como un niño pequeño. Estuvimos viendo películas hasta quedarnos dormidos y al día siguiente fuimos juntos a clase.

• • •

Ashton no estaba cumpliendo su promesa. Desde que llegamos a clase no me dirigió la palabra y estuvo por ahí con Calum.

Cerré mi taquilla de un portazo tras ver la siguiente asignatura, la segunda hora del día. Solo había pasado una hora y yo no podía más...

Me puse de espaldas a la taquilla y apoyé mi cabeza. ¿Desde cuando Luke Hemmings estaba solo? Yo siempre estaba acompañado.

Como si me hubiera leído la mente, cierto pelinegro apareció junto a mí. Le había tocado una taquilla al lado de la mía.

—Hey Luke —me saludó Josh acercándose. —¿Qué tal todo?

—Bueno, no llevo ni un día y ya quiero que se acabe —reímos. —¿Y tú?

—Ni bien ni mal, he estado la primera clase hablando con mis amigos —me contó. —Hablando de amigos, ¿por qué estás solo? ¿Dónde está Ashton?

—No lo sé y no me importa —contesté seco apartando la mirada. Cosa que Josh impidió girando mi cabeza hacia él y mirándome a los ojos.

—Esto pinta mal... ¿Quieres almorzar conmigo luego? —antes de que pudiera decir que sí, unos murmullos nos interrumpieron.

«¿Es nuevo?» «Es monísimo» «Lo invitaré al baile de bienvenida» «Sus ojos hipnotizan»

Asomé la cabeza por encima de Josh para saber que ocurría. Y allí estaba él. Mi teñido vecino, el chico que iba a darle la vuelta a mi vida.