Capítulo 6: Nuevo colegio

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Lunes, 8 de septiembre, 2014

Eran las 7:00 y Laura tenía que ir al colegio: Era su primer día en el instituto.

Así que, cómo no, Lucas fue el que la despertó.

Laura estaba que se tiraba por un puente. Ahora se dio cuenta de lo que decían: los lunes son UNOS DÍAS INFERNALES QUE NO SIRVEN DE NADA. Aunque si te pones a pensar (cosa que muchos no hacen), si no existieran los lunes, el primer día de la semana sería el martes, y entonces odiaríamos los martes. Si solo hubieran fines de semana, seguramente habría escuela siempre y solo descansaríamos en las vacaciones... =[

Bueno, pues Lucas se puso a saltar en la cama de su hermana y la despertó.

Como Alba veía que Laura no venía, le dijo:

- Laura, vamos a desayunar. No querrás llegar tarde, ¿Verdad?-

Laura fue a desayunar.

- Pues, la verdad, si quiero llegar tarde, o mejor, NO voy al colegio.- Dijo Laura poniéndole cara de angelito a su madre.

Alba soltó un suspiro de desesperación y fue a la cocina.

- Y otra cosa, ¿Por qué Lucas está despierto si él se tiene que ir a las 9:00?- Preguntó Laura.

- Pues porque me da la gana.- Dijo Lucas metiéndose en la conversación.

Laura pasó de largo y fue a vestirse.

-Umm... ¿Qué me podría poner para causar buena impresión? -Pensó eligiendo ropa. Cuando la eligió, se arregló y fue hacia la puerta.

- ¡Adiós mamá!- Se despidió Laura.

- ¡Adiós!- Le contestó Alba.

Entró al colegio y todo el mundo la miraba por los pasillos murmurando cosas que ni un gato-persona entendería.

No se daba cuenta ni de por dónde caminaba, sólo se concentraba en lo que decían de ella.

Había un libro en el suelo, y como ella no miraba por dónde pisaba, se cayó.

Se levantó corriendo por si nadie se había dado cuenta, pero no fue así. Corrió hasta el aseo de las chicas, se miró al espejo y se lavó la cara. Menos mal que el aseo estaba completamente vacío, ya que casi todas las chicas estaban en sus clases. Pero oyó que la puerta se abría, y apareció una chica de su edad, con el pelo rubio y los ojos azules. Se acercó a ella y le dijo:

- No te preocupes por esas cosas, todo el mundo se cae por los pasillos, créeme, yo también pasé por esas.-

- Pero es que tú no lo entiendes, soy como un amuleto de la mala suerte. Tengo un demonio como hermano y eso lo empeora todo, casi se estrella un avión en el que yo iba dentro, es mi primer día de instituto y todo empieza mal...- Afirmó Laura.

- ¿Y quién salvo el avión?- Preguntó Elena como si ya lo supiera.

- Emmm... Supongo que yo.-

- ¿Y qué hicisteis después?- Insistió la chica.

- Tomarnos un helad... Oye, ¿Y tú cómo sabes todo esto?-

- No lo sabía, pero lo imaginaba.-

- De todas formas, gracias por ayudarme. Todavía no nos hemos presentado, yo me llamo Laura Martínez Sánchez, ¿Y tú?-

- Elena López Gómez-

En ese momento, sonó el timbre.

- ¡Nos vemos luego!- Se despidió Laura.

Elena le dijo adiós con la mano.

A Laura se le subió el ánimo y se dirigió hacia su clase de... Ciencias, oh, Laura odia Ciencias.

El día fue rápido y divertido, excepto porque en clase de Historia, Laura se quedó pensando en las musarañas y no escuchó al profesor, lo que luego al hacer los ejercicios fue un desastre total.

Al salir del instituto había una voz que se dirigía hacia ella y gritaba:

- ¡LAURA!-

Sí, era Elena. Laura, al ver lo loca que estaba su amiga, le dijo:

- Tienes un problema, chica. ¿Qué pasa?.-

- ¿Me puedo ir a tu casa y así nos conocemos mejor?-

Laura asintió entusiasmada.

- ¡Claro! ¡Vamos!-

Las dos se dirigieron a la casa de Laura. Eric, Alba y Lucas se habían ido a hacer unos papeles del trabajo y a empezarlo, así que estarían solas hasta la noche.

Laura empezó a rebuscar en su cartera, y Elena le preguntó:

-¿Qué pasa?-

Laura la miró y le dijo:

- No encuentro las llaves.-

LAURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora