LAURA

Capítulo 13: Estrellitas

- ¡Elena! ¡Nos vamos ya! ¡Baja!- Gritó la madre de Elena desde abajo.

- Bueno, ya sabes, no le cuentes a NADIE lo que te he dicho ¿Eh?- Dijo Elena a Laura camino de la puerta.

Laura le dijo adiós con la mano y cogió su diario:

Querido diario:

Elena me acaba de contar que los padres de Katherine son... ¡Pepe y Andrea, nuestros maestros! También me dijo que no se lo contara a nadie, porque ella se enteró cuando la oía. Si se lo dijera a alguna persona, aunque sea a mis padres, Ele no me volvería a hablar. La verdad es que no entiendo por qué Katherine esconde que sus padres son nuestros maestros, ¿Qué tiene de malo?

Laura paró de escribir ya que su hermano entró a la habitación con algo escondido en la espalda.

- ¿Qué llevas ahí?- Preguntó Laura.

- Es una cosa que me ha dado mamá. Es muy relajante y te ayuda a liberar estrés.- Dijo Lucas.

- Vaya, parece bueno, hazme ese tratamiento.-

Entonces Lucas le vendó los ojos a Laura y sacó un bote de pegamento.

Le pasó el pegamento por toda la cara de Laura y empezó a echarle estrellitas pequeñas para que se quedaran pegadas.

Cuando acabó, le quitó la venda de los ojos a su hermana.

- ¡Ya está! Y ahora me voy.- Dijo Lucas yéndose corriendo antes de que su hermana se diera cuenta de lo que le había hecho.

Laura se sentía rara por las estrellas en su cara, pero no se dio cuenta y fue a su habitación.

Entró, cogió su móvil y, sin querer, abrió la cámara.

Vio su cara llena de estrellas de colores, se las iba a despegar, pero estaban muy bien pegadas.

Fue hecha una furia a la habitación de su hermano. Él se hacía el dormido, pero Laura sabía que la estaba engañando y empezó a sacudirlo.

Lucas seguía "dormido". Laura le gritó:

- ¿QUÉ SIGNIFICAN ESTAS ESTRELLAS EN MI CARA?-

- Significan estrellas en tu cara.- Dijo Lucas todavía con los ojos cerrados.

- Quítamelas. - Dijo Laura calmándose un poco.- ¡Quítamelas!- Volvió a decir perdiendo la calma.

- Yo no sé, están muy bien pegadas.-

- ¿Y cómo crees que me voy a quitar ESTO?- Preguntó Laura señalando su cara.

- Pues arráncatelas como puedas, ese no es mi asunto.- Afirmó Lucas yéndose.

- ¿Que no es tu asunto? ¡Pues claro que es tu asunto! ¡Tú has hecho ésto!-

Laura, sabiendo que su hermano no la podía oír, fue hacia el baño a ducharse.

Cuando terminó, las estrellas se habían trasladado de su cara hacia la bañera, así que se tiró toda la tarde limpiando la ducha.

- ¡Terminé!- Laura, por fin, terminó de limpiar.

Le empezó a doler la espalda ya que estuvo unas horas agachada.

Se acostó. No se podía dormir. Rodaba por la cama sin parar. Al final se levantó. Cogió un libro. Estuvo media hora leyendo. Todavía no tenía sueño. Ésta sería una noche bastante mala.