[3: Amigos]

427 38 1
                                    


Malo, todo realmente era malo.

Desde que le había pasado mi número, el teléfono no dejaba de sonar, por la mañana los buenos días no podían faltar, durante el desayuno la misma pregunta llegaba: "¿Ya vas a la escuela?", y cuando se topada con Guk, no tardaba en escribirme un: Es un idiota, pero lo extraño, más emoji de carita triste, más emoji de un corazón roto. Eran mensajes y más mensajes de cosas sin importancia para mi, hasta el punto en que comenzaba a volver un tonto chiflado. El chico me estaba haciendo perder la cabeza.

Kook, me alegra verteinterrumpió el rubio sentándose a mi lado.

A mi no tantodije sincero sin dejar de anotar en aquella hoja de papel frente a mi, todos los apuntes de la pizarra que no escribí en su debido momento.

¿Puedo pedirte un favor?hablo indecisoAhora que somos amigos.

Noremarque.

Dos puntos importantes.
Primero: ¿Cuándo había aceptado ser su amigo?

Verás, estoy en el club de teatro aquí en la escuelamencionó sin importarle siquiera mi respuesta

En realidad no me importarespondí sin prestarle atención a lo que parloteaba.

¡Pero el también!soltó alarmante y eso me alarmó también a miEsté domingo habrá una fiesta a la que probablemente el vaya, pero yo no quiero ir solo, y me preguntaba si tú....

¿Por qué iría?pregunte antes de que siquiera terminara de formular la pregunta por fin dirigiéndole la mirada, sabía qué rumbo estaba tomando esto.

Y segundo: No sabía que teníamos un club de teatro en este lugar.

¿Por mi?me miró sonriente haciendo que sus ojos desaparecieran.

Giré mi cabeza hacia la pizarra incrédulo y acompañado de una sonrisa ladina.

¿No te quieres aunque sea un poquito?le pregunté burlón.

No, te estoy dando todo mi amor a ti.

¡¿Eh!? ¿Tanta confianza ya había? Recién nos conocíamos.
No sabría cómo explicarlo, pero podía jurar que en ese momento el corazón se me aceleró, casi lo sentía salirse de mi pecho, me quede pasmado y mi sangre hervía.
¡Me estaba enfermando! ¡Joder! ¡Estaba agonizando!
¡Era grave! ¡Muy, muy, mucho, muy grave! ¡¿Moriría!?

Ash, este niñoespeté tomando mi frente y sujetándome de la mesa antes de caer desmayado.

«¡Di que no!» Me grito mi yo interior.
No no no, estás ocupado, se murió tú perro y ese domingo será el funeral, o no sé, sólo inventa algo.

Una nocherespondí por fin.

¡¿Pero que!? ¡¿Acababa de aceptar!?

«Te pasas todo el día estudiando hasta sentirte al borde de la muerte, ¿Y aceptarás ir a un club de teatro de la escuela en domingo? ¡El único día que tienes libre!» me reclamo mi cabeza.

ALT-er LOVE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora