ALT-er LOVE

[5: El jardín]

Los días habían pasado desde aquella salida inesperada con aquel extraño chico. Y desde ese suceso no lo había visto demasiado, a duras penas si hablaba con él durante las clases.

Decir "mucho tiempo" es poco para definir el tiempo que él y su tonto novio pasaban juntos, literalmente parecían muéganos.

Y me molestaba, me molestaba tremendamente.

¿Por qué?

No lo sabía, y no me importaba en realidad conseguir una respuesta, simplemente odiaba ver sus manos entrelazadas, aquellas que alguna vez tomaron mi muñeca, me enojaba verlo sonreírle abiertamente como lo hacia cuando estábamos juntos, y el hecho de pensar qué tal vez fueron a un estúpido parque de diversiones para tener una cita sin vomito de por medio, me ponía furioso. ¡Joder! Me ponía muy furioso.

—¡Jungkook!—gritó una voz a mis espaldas hasta alcanzar mi paso.

—¿Qué sucede?—cuestione lo suficientemente sorprendido al verlo hablándome nuevamente.

—Adivina—dijo actuando juguetón.

—No tengo la menor idea Park—le respondí seriamente, guardando mis dos manos en los bolsillos del pantalón. Estaba enojado con él.

Sólo quería irme a casa.

—Mis compañeros de teatro amaron tu actuación en la reunión del domingo—soltó y por supuesto eso me sorprendió bastante, es decir, según yo, había sido una de las mayores vergüenzas que pasé—Tendremos otra reunión más tarde en el jardín y quieren que te lleve.

—¿A mi? ¿No estás bromeando?—cuestione aún sin procesar por completo todo lo mencionado—Es decir, soy muy malo actuando, de hecho el domingo solo fui yo leyendo líneas—dije tomando mi nunca avergonzado.

—Entonces...tu personalidad queda perfecta para un personaje en la obra de la escuela—exclamó sin borrar la sonrisa de su rostro.

—A-aún así, yo, tenía planeado ir al parque con unos amigos—comenté divagando con la mirada.

—Jungkook tú no tienes amigos—comentó divertido—Así que, adelántate al jardín y en un momento te alcanzo, necesito ir por mis cosas.

«¡Claro que tengo amigos!» quise gritarle.

Pero sin esperar una respuesta por parte mía, (porque claramente diría que no) corrió hasta los salones para ir por su mochila. Entonces la idea de hacer más amigos, en ese momento no sonó del todo mal.

Resignado, caminé al jardín como me lo había pedido, y con pedir me refiero a casi imponérmelo. Al salir, una brisa fresca chocó contra mi rostro, el clima era frió está tarde y de alguna manera me agradaba bastante.

—Sólo pasamos el rato—se escuchó una voz detrás de los arbustos llamando mi atención, pues aún no había nadie en ese "solitario " lugar.

Mi curiosidad salió a flor de piel y me acerqué haciendo el menor ruido posible, baje un poco mi cuerpo y me escondí entre los arbustos de igual manera para evitar ser visto.