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Beomgyu recogió sus maletas y miro por sobre su hombro a la madre de Yeonjun, le sonrió y dejó que el taxista le ayudara a subir sus cosas al vehículo. Se acercó al cuerpo de su mejor amigo y se dejó fundir en sus brazos con amor. 

- Prometo que iré a visitarte, no dejes de llamarme cada noche, Beomgyu. 

- Lo haré - sonrieron y Beomgyu tuvo que esconderse en los brazos de su amigo para que no percibiera la gran mentira en sus palabras.

- Está todo listo - dijo el chofer. 

Beomgyu asintió y subió dentro del auto; miró hacia la casa esperando a que Yeonjun se despidiera de él pero no estaba allí. Quizás se había arrepentido y sólo esperaba a que Beomgyu se marchara: con ese pensamiento en mente sintió como el auto comenzaba a alejarse de la casa. 

Extrañaría mucho Seúl, pero tenía la oportunidad de volver a empezar en otro país ¿Qué mejor aventura que esa? Él auto se detuvo en una luz roja y Beomgyu pudo ver el refugio de animales, extrañaria también a los cachorros pero quizás su madre le compre uno si se lo pedía. 

Tal vez no era tanto por los perritos, era aquel día tan especial que había pasado con Yeonjun. 

Su corazón se destrozaba ante el recuerdo de sus suaves labios tomándolo con cariño ¿Por qué no se había despedido? 

Quizás todo aquello era sólo una mala jugada de su mente y debía dejar ir a Yeonjun como el recuerdo de su primer amor. 

- Hasta siempre, Yeonjun.

☆☆☆

amo adaptar historias tristes.

연규: Autismo + Esquizofrenia. ❝cyj ~ cbg❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora