ஜ۩[02]۩ஜ

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La fémina abrió los ojos pesadamente mientras se sentaba. Miró a sus lados encontrándose en lo que parecía ser una habitación bastante rara a su parecer.

Se encontraba sobre una cama, cosa que no le agradó nada, ya que no era la suya y el ambiente era completamente desconocido. Inmediatamente se sentó al filo de la cama mientras se sobaba la cabeza, todo en un vano intento de disipar las fuertes puntadas que estaba teniendo.

Había tenido un sueño realmente raro, uno de los más raros y realistas que tuvo hasta la fecha. Después de todo, no todos los días sueñas con viajar a otro mundo, conocer a un mini humano volador, sin mencionar los poderes elementales y los bichos raros.

A, y el dragón, no hay que olvidarse del dragón.

Se escuchó el sonido de la puerta abriéndose, cosa que puso en alerta a la oji celeste.

-Que bueno que despertaras! Estaba algo preocupada... el caballero honorario te trajo aquí una vez que logró ahuyentar a Stormterror- la chica que tenía delante tenía el cabello recogido en dos coletas y un libro colgando en el costado de su cadera.- Al parecer te desmayaste por la baja presión en sangre... pero solo necesitabas descansar, ¿Cómo te sientes?-

-Me siento mejor, muchas gracias- le sonrió amablemente- por cierto, podrías decirme donde me encuentro? Ando algo perdida todavía jej- dijo mientras se rascaba el cuello con su mano izquierda.

-Te encuentras en la catedral de Mondstadt, el caballero honorario te trajo en su hombro junto a la caballera Amber-

En su hombro? La había cargado estilo sacó de papas todo ese camino? Nunca imaginó que Eather tuviera tanta fuerza.

Las apariencias engañan.

-Oh, ya veo.- Se levantó mientras se estiraba la espalda y la hacía crujir. La sentía totalmente entumecida ¿Por cuanto tiempo había estado durmiendo?

Se despidió de la rubia prometiéndole comer algo por su presión y agradeciéndole nuevamente haber tratado sus heridas. Incluso le había ofrecido ropa nueva por lo dañadas que estaban las que llevaba antes.

Una vez se colocó el nuevo pantalón, guantes y botas salió del lugar. No quiso aceptar el buso nuevo, ya que el que ya tenía no estaba muy desgastado y le tenia cierto cariño sentimental, al igual que con la bufanda.

Esa bufanda estuvo con ella desde que tiene prácticamente memoria.

Tampoco es como si tuviera mucha, después de todo jamás pudo recuperarse de su amnesia global. Los médicos le habían dicho que pudo haber sido causada por alguna experiencia traumática.

Pero claro, no recordaba dicha experiencia.

Siguió caminado por las transitadas calles de aquella nación, la verdad le agradaba lo pintoresca que podía llegar a ser.

Al parecer no fue un sueño después de todo.

Si ese era el caso quizás podía hasta quedarse en este mundo. La verdad eso no sonaba tan mal. Simplemente necesitaba conseguir dinero y un lugar fijo donde quedarse. Con eso le sería más que suficiente.

Llegó a lo que era un gremio de aventureros, luego de platicar un poco sobre como era el funcionamiento del mismo con una mujer llamada Katheryne no lo pensó más y se unió, recibiendo los cuatro encargos diarios por parte de ella más una bienvenida.

Si haciendo aquellos encargos podía ganar dinero lo haría sin pensarlo mucho.

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Estaba medio muriendo del cansancio. Ya había terminado los encargos del gremio y había reclamado una considerable cantidad de mora, junto a unos cristales que concentraban energía elemental,  además claro está del que encontró en los cofres donde estaban los hilichurls y todas esas armas y artefactos extraños.

ஜ۩۞۩ஜ ❺00 𝔞ñσs ஜ۩۞۩ஜ [Venti x reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora