ஜ۩[20]۩ஜ

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La ciudad era un desastre, el cielo teñido ya prácticamente de rojo y los gritos de las personas eran el ambiente en el que estaba. Las calles de la ciudad estaban colmadas de ciudadanos aterrados por la situación que se estaba dando.

La fémina corría entre el tumulto de gente abriéndose paso al hogar que compartía con el de trenzas. En la mañana se había despedido de él para ir a pasar el día con sus amigas y él le había dicho que permanecería allí ya que no estaba con el ánimo de ir a la taberna o la plaza.

En el momento no lo había pensado demasiado, pero esa había sido sin duda una extraña respuesta, nunca se quedaba solo en casa.

Apenas llegó a la casa abrió la puerta y comenzó a llamarlo, pero no obtuvo respuesta alguna. El grito proveniente de las calles y estruendos como bombas en todos lados era lo único que llegaba a sus oídos. Negada a aceptar que él le había mentido y que aún se encontraba en la casa comenzó a abrir todas las habitaciones.

Su cuarto.

El baño.

La terraza.

El depósito.

Pero no estaba en ninguna de ellas. Rápidamente se apoyó contra la pared para contemplar la situación y que hacer. Mondstadt estaba bajo ataque y ella estaba completamente paralizada con miedo. Flashes de la guerra en Kahenriah le invadían y su respiración comenzaba a acelerarse, llevándose instintivamente su mano derecha a su pecho.

Tenía que hacer algo... no podía dejar que otro pueblo pasara por ello. Si bien no era un ataque de los arcontes, estaba segura que la orden celestial lo estaba haciendo apropósito. Quizás habían descubierto que Venti apoyaba a la Tsaritsa y los estaban castigando.... Quizás el ataque de la arconte de hielo había fallado.... era lo más probable.

No tenían otra salida más que luchar si es que quería que aquella tragedia no se volviera a repetir. Si no quería que la gente que amaba muriera de nuevo.

<<¡¡BOOM!!>>

¿Eh? ¿Qué había pasado? ¿Por qué estaba de la nada en la cocina recostada en el suelo?

Lentamente se llevó su mano derecha a la frente al sentir algo líquido pasar por su cara. En un principio pensó que era agua que podría haberse caído. Su cabeza dolía y estaba mareada, su vista estaba completamente distorsionada. Llevó sus dedos al frente de su cara para poder distinguir que era aquello.

Sangre, su propia sangre.

Ahí fue cuando cayó que la mitad de la sala estaba destruida. Fuego en todos lados y el olor a destrucción abundaba en demasía. El humo, polvo, suciedad de tierra y de escombros por todos lados era lo que abarcaba a su vista.

Una gran onda de choque la había golpeado como consecuencia del aterrizaje de ese fragmento, haciendo que parte de la casa se destruyera y ella se golpeara contra la mesada de la cocina que estaba en la otra punta de la sala.

Su cabeza había golpeado violentamente contra el mármol, esa era la razón principal de su malestar.

Se levantó con la poca fuerza de voluntad que tenía, tambaleándose en el proceso. Tenía que salir de ahí, eso era prioridad. Rápidamente extendió sus alas y salió por el boquete que se había formado en el techo, volando a través de las brazas y el rastro de destrucción que era Mondstadt.

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⏰ Última actualización: Nov 04 ⏰

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