ஜ۩[05]۩ஜ

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Luego de que todos hubieran llegado a la conclusión de que necesitaban recuperar la Lira sagrada, se encaminaron decididos a ello.

Eather le preguntó a unos guardias Fatui, pero no llegaron a ayudar.

Ya cuando finalmente encontraron la guarida de estos mismos se pusieron en marcha. Hasta dar con unos recaudadores Fatui custodiando la Lira.

-Eather, tu ve por el de la derecha, yo voy por el de la izquierda, luego cuando te lo indique hacemos cambio- le dijo la de ojos celestes sacando su espada y poniéndose en posición de combate.

La pelea comenzó y cada uno peleo con su respectivo enemigo.

Yuki poco a poco lograba acostumbrase a este estilo de pelea, no era tan elegante como cuando tenía su pistola pero se acostumbraría.

Aún así no tenía la suficiente experiencia en campo como el resto, cosa que se notó como un ataque Pyro de su contrincante le dio de lleno.

-Eso...-La fémina simplemente se sacó su guante y lo tiró, tocando el fuego de sus prendas con sus manos para absorberlo- Si...me dolió.. Hijo de puta- ahora mismo tenía en su control un poco de energía elemental Pyro, cosa que era muy buena para ella.

Corrió hacia él con arma en mano, prendiendo la espada momentáneamente en llamas y dandole un tajo a su contrario en todo su estomago.

-EATHER CAMBIO!- El rubio asintió mientras ambos cambiaban de enemigo, quedando Eather con el que estaba afectado con pyro.

Lastimosamente para ese recaudador se le fue aplicada una habilidad elemental Anemo, cosa que intensifico las flamas del ataque de la chica, acabando con él.

Por otro lado como a ella se le había agotado la energía elemental Pyro simplemente acabó a su enemigo con su propia energía Anemo.

La fémina pasó su mano por su frente, limpiándose rastros de sudor y se acercó al oji miel, chocando ambos los cinco por su victoria.

Ya con la Lira sagrada en su poder regresaron con el grupo.

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Según lo que les había dicho Venti, para arreglar la Lira necesitaban más lagrimas. Cosa que era un problema en si.

Aún así la oji celeste se despidió encargándole esa tarea al rubio, ya que él era el único capas de poder purificarlas.

Ella ya había hecho suficiente por un día y necesitaba descansar con urgencia, su cuerpo se lo pedía a gritos.

Y así con su orgullo se fue a paso lento de Mondstadt a algún lugar en el campo donde ella pudiera dormir, se reusaba  a que la vieran dormir en la plaza o a gastar los pocos moras que ganaba en una posada para pasar solo un día.

Finalmente encontró un árbol gigantesco junto a una estatua de los siete. Se instaló al pie de dicho árbol y cayó rendida a los brazos de Morfeo.

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Ya una vez de día la chica se estiró y se fue a la capital en busca de sus encargos diarios. Se notaba por sus ojeras que ella últimamente no estaba descansando bien, pasó de dormir en su cómoda cama a directamente no tener una, y el suelo digamos que no era lo más cómodo del mundo.

Ya recorriendo las calles de la Mondstadt para su sorpresa se encontro con la Gran Maestra Intendenta, o bien conocida como Jean, la cual estaba junto al de verde.

Yuki se debatió mentalmente si debía ir a saludarlos o hacer que no los vió y seguir de largo, en ocasiones le daba vergüenza quedar como estúpida delante de la gente.

ஜ۩۞۩ஜ ❺00 𝔞ñσs ஜ۩۞۩ஜ [Venti x reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora