La presión arterial desacelerándose a paso lento gracias a una dosis de 25 mg de Captopril sublingual; las frecuencias cardíacas que antes habían aumentado de 100 pulsaciones a 140 por minuto habían decrecido un tanto, pero no lo suficiente como para decir que eran normales.
Los médicos salían de la sala de observación de la emergencia del hospital de Coro Alfredo Vangrieken atendiendo todo tipo de pacientes con diferentes patologías, unas más graves que otras. En una habitación de sólo dos personas se encontraba Leticia, la madre de Anderson siendo monitoreada a causa de una crisis hipertensiva que había sufrido.
En esa habitación estaban Laura, Anaís y los hermanos gemelos Fabián y Manuel, a la espera de Anderson quien aún no llegaba.
Laura: todo estará bien mamá, no te preocupes, vamos a salir de esta.
Leticia: ¿Dónde está Anderson?
Laura: ya viene en camino.
Manuel: yo me voy adelantando a la casa, Anamari está sola. Cualquier cosa me llaman.
Le dio un beso en la frente a su mamá y se dirigió hacia la salida. Casualmente se encontró con su hermano quién estaba enojado porque había discutido con el vigilante por no querer dejarlo pasar.
Manuel: menos mal que llegaste hermano, mamá está nerviosa preguntando por ti. En la habitación se quedaron Laura, Anaís y Fabián. No tardarán en sacarlos a todos.
Ander: te lo creo, por poco no me dejan pasar.
Manuel: de algo sirve tu cara bonita.
Ander: no seas tonto. Sigo entonces.
Ambos tomaron caminos diferentes, Manuel a la salida y Anderson hacia observación.
Leticia al verlo llegar se calmó, había estado preguntando por él desde que comenzó con su crisis, todos también se aliviaron porque así su mamá estaría mejor en su presencia.
En seguida se le acercó y le besó la frente.
Leticia: estás aquí.
Le sonrió y él le tomó las manos luego.
Ander: calma mamá, que no te hace bien.
Laura: Gabriel tiene razón. Y bueno, necesito hablar con él un momento antes de que nos saquen a todos.
Anaís tomó el lugar de Anderson agarrándole la mano a su mamá. Los hermanos mayores se retiraron para poder conversar.
Ander: vengo con el alma en un hilo, saliendo de Pharma Market sentí un bajón de azúcar terrible, estoy muy preocupado, ¿Qué fue lo que detonó esto?
Laura no quería decir nada y desvío la mirada.
Ander: ¡Habla Laura!
Laura se mordió el labio inferior.
Laura: está bien.
Se alisó la camisa que no estaba arrugada.
Laura: él... volvió.
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El destello de un amor eterno
RomanceDos seres vivirán intensamente un amor puro lleno de romance y pasión sin saber que les aguardaba la peor de las desgracias. En parte basada en hechos reales. Dedicada a las personas que han perdido un ser querido a causa del cáncer.