El destello de un amor eterno

"Sé valiente"

Saraí: ¿Cuántas aguas oxigenadas son?

Le preguntó la otra cuñada de Guadalupe al llegar la mañana  del treinta de diciembre a Pharma Market. La interpelada como siempre solo pensando en su asunto, en saber si iba a tener la posibilidad de hablar finalmente con él, en el mejor  de los casos que ese chico tomara la iniciativa de hacerlo él mismo; ella ya no veía la hora de que sucediera y como ya lo venía pensando quizá ella misma diera ese primer paso. A decir verdad no sería el primero, ya que fue él quienp sacó conversación aquella vez, eso la mantenía alejada de la idea de que cometía una locura al querer darle a su chico ese empujón que necesitaba.

Con paso firme entró al lugar activando todas sus armas de detective de la CIA para localizar a su objetivo, ubicándolo de inmediato en el primer piso en la oficina de la administración. En seguida que lo vio comenzó a sudar frío, a temblar y a marearse (literalmente). Él también en seguida hizo contacto visual con ella.

Saraí: ¿Que cuántas aguas oxigenadas son?

Volvió a repetir su cuñada afincándose más en sus palabras sacándola de concentración.

Lupe: son cuatro Saraí, cuatro.

Le habló sin dejar de ver hacia arriba. Anderson sólo podía admirarla desde las alturas.

Ander: "¿Qué será lo que más me gusta de ti? ¿Por qué será que no dejó de pensarte? Si eres una extraña para mí. ¿Qué sentimientos puede haber entre los dos como para quedarnos enganchados el uno del otro? Es curioso porque cada vez que te veo me emociono y cuando te vas me invade una gran tristeza, sólo deseo que llegue el próximo día para esperar a ver si apareces. ¿Cuándo podré acercarme a ti?"

Mientras tanto, Guadalupe lo seguía mirando con la esperanza de que bajara y la buscara.

Lupe: "baja mi ángel, atrévete a hablarme, no te quedes allí sólo observándome"

Saraí se le acercó.

Saraí: ya vamos Lupe, Raquel debe teñirte el cabello.

Contra su voluntad, Guadalupe salió con las esperanzas por el piso, sólo deseó tener suerte la próxima vez.

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**Controlar nuestras miradas era imposible, ¿Qué más íbamos a esperar? De verdad que las ansias me consumían. De verdad que nunca antes nadie me había mirado de la misma manera que él lo había hecho, con aquella intensidad flamígera que se desbordaba, que estaba llena de fulgor como el agua del mar, que se agitaba como un viento huracanado y que se sentía en la piel como la arena de la playa pero obviamente no de forma molesta, estaba llena de vida y de sentimientos nuevos.

**El día 365 había terminado, un nuevo año comenzaba, todas las energías positivas estaban destinadas hacia mis estudios que aún no empezaban y a mi deseo vehemente que era al menos saber su nombre y acercarme como su amiga.

**Los primeros quince días transcurrieron trayendo consigo grandes sorpresas a mi mortal existencia. Ese día me levanté con gran entusiasmo, así que en la tarde ya estaba lista para asistir a Pharma Market a buscar mi verdad, viéndome en el espejo me dije a mí misma…

Lupe: mí misma, el momento es hoy para saber al fin si este amor platónico va a dejar de ser una utopía para convertirse en el axioma de tu vida, para darte cuenta si furula o no furula¹. Que pase lo que Dios quiere que pase.