El destello de un amor eterno

"El amuleto"

**En el bus sólo había ese puesto, casualmente al lado de ese chico tan encantador, así que oculté la sorpresa en mi rostro por verle para darle paso a otra emoción, un nudo en mi estómago a punto de desatar un desgarre por la presión, pero esta vez no era por estar en un bus, sino por estar al lado suyo.

Anderson no pudo disimular su sorpresa, mucho menos dejar de observarla. Guadalupe al sentirse intimidada caminó por el pasillo del trasporte como autómata hasta llegar al sitio concreto.

El asiento estaba casi llegando a la parte trasera de la buseta, a la cual se le llama "la cocina" en Venezuela. Él se sentó cerca de la ventanilla para darle acceso a la chica rápidamente.

A Guadalupe le latían las venas del cuello y las sienes, sus manos transpiraban y su frente se ponía brillosa. Sólo pensaba…

Lupe: "voy a atribuirle estos síntomas al calor. Ojalá piense que es eso y no porque estoy nerviosa"

Anderson pensaba al verla…

Ander: "no pensé volverla a ver, hacía tiempo que no la veía, en qué lugar la vine a encontrar"

El chico de Pharma Market no dudó en hablarle…

Ander: hola.

Ella sin mirarlo le contestó…

Lupe: hola.

Él detallaba su postura y su comportamiento corporal, rígida como una momia. El joven se echó  a reír quedamente y ella lo miró de soslayo.

Ander: ¿Es primera vez que subes a un autobús?

Guadalupe volteó a mirarlo con el ceño ligeramente fruncido, pero no contestaba. Luego de varios minutos, ella le preguntó sin verlo.

Lupe: ¿Trabajas en Pharma Market?

Ander: sí.

Lupe: ¿Y vas para allá?

Ander: no todavía, debo ir a casa de mi hermana primero.

Pasaron los minutos y él le dijo…

Ander: chica, si quieres me dices a dónde harás parada, ya que creo que te da pena hacerlo tú.

Ella en voz baja masculló…

Lupe: ridículo.

En seguida el teléfono de Guadalupe sonó tomándolo rápidamente.

Lupe: sí sí, estoy cerca, ya voy llegando.

Hablaba con su amiga Rebeca.

Rebeca: ¿Por dónde vienes exactamente?

Lupe: cerca de Burger, espérenme en planta baja si están allí.

Colgó el celular y se levantó de su asiento. Anderson sonrió.

Ander: ¡Qué suerte tienes! Ya vas a llegar al centro comercial "Blue" porque es allí a donde te bajarás, ¿Verdad?

No habían arribado a la parada cuando una pasajera le pidió al chófer que se detuviera.

Ander: mejor aún, pararon el bus por ti.