Capitulo 7.

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*Un mes después*

-Nadie elige ni cuando ni de quien se enamora.-dice de repente una voz detrás de mi.- Ese es mi consejo.

Me giro abriendo mucho los ojos.

-¿Sara?-susurro mientras noto como mis ojos se humedecen.

Ella sonríe, bienvenido hacia mi y abrazándome.

-Marina, te he estado observando.
Deja de amargarte la vida por algo que no puedes recuperar.
Empieza a vivir como yo.
Empieza a vivir a lo loco.
No te resistas al amor.
Porque las dos sabemos muy bien que si existe, que te estas enamorando.
Y si, Dani me gusta para ti, cuando os veo juntos eres tu misma..
Por cierto, felicidades fea.-me sonríe.

Me quedo callada y la miro.
Tiene razón.
Mucha razón.

Abro los ojos poco a poco.
La acabo de ver.
En sueños.
Seguramente sean alucinaciones, pero por lo que le he escuchado, tiene razón.
Abro el armario y cojo unas mallas negras, una camisa vaquera y las converse.
Quince años.
Hago unas fuerzas inmensas por no llorar y abro la puerta.
Este mes no ha pasado gran cosa.
Solo la más importante, he cogido mas confianza con mis amigos y saben lo de Sara, me preguntaron y se lo conté.
Lo mejor es que no me miran con pena.
Y, eso me encanta.

-¡Felicidades Marina!- grita mi madre desde la cocina.-He echo creeps...

Trago saliva.

Vive por las dos, se feliz por las dos.

Hago un esfuerzo por no llorar y sonrío, falsamente.

-Gracias.

[...]

-Ni se te ocurra decir ni una palabra.-le susurro a mi primo.

-Pero si lo saben todos.- se escusa.

-Tss, no se acordaran.-le digo.

El suelta una carcajada mientras entramos al instituto.

Y enseguida Lucía viene corriendo hacia mí.

-Felicidadeeeeeeeees!-me sonríe dándome un beso en la mejilla.

Va hacia Marcos y se dan un pico.

-¿Me he perdido algo?-sonrío mirándolos.

-Puede.-dicen a la vez.

Suelta una carcajada.

-¡Guapetona!-grita Jesus abrazándome.-¡Felicidades!

Sonrío mientras le correspondo al abrazo.

El resto de mis amigos me felicitan conforme van llegando.
Menos Dani.
No hay rastro de Dani.

Después de las tres horas de tortura, suena el timbre que inicia el recreo.
Recojo los libros y cojo la mochila.

Salgo por la puerta, buscando con la mirada ha Lucía, pero no esta.
¿Donde se abra metido esta chica?

Ando intentando hacerme hueco entre la gente, oigo felicitaciones y murmullos, pero todo eso lo detiene un brazo que sale del aula de música, empujándome a dentro.

Dani.

-Hola.-le sonrío.

-Hola fea.-me da un beso en la mejilla.

-Y bien, ¿Que quieres?.-susurro, dejando mi mochila en el suelo.

-Nada, que me apetecía estar contigo un rato.-sonríe.

-Ah, buena escusa.-pego una carcajada.-¿Lo tocas?-señalo el piano.

-Si, y también canto.-sonríe.

-Pues cántame.-le digo levantando una ceja.

-Lo que usted diga, señorita.-dice sentándose frente al piano y comenzando a tocar algunas notas.-Son almas gemelas, separadas sin duda,
estan pidiendo a gritos unirse y volver a ser una.
Sienten algo y no saben porque, aunque las dos saben,
que es mucho mas fuerte que una amistad lo que les une.
Y se puede ver a quilometros si te fijas,
la vida nos lleva por el sendero que ella elija,
y yo llegue asta a ti sin nisiquiera buscarte,
solo con conocerme a mi podia retratarte.
A ti, como un dulce sabor salado,
soy un amargado exacto cuando estoy a tu lado,
miraba tu melena dorada con cara de idiota,
te di mi corazon y sus instrucciones en una nota,
de papel, quiero ser aquel que te tubiera,
si supieras algun dia lo que siento,
si pudieras verte con los ojos que te veo,
en vez de en el espejo no conocerias jamas el complejo.
El calor de tus abrazos hace que cierre los ojos lentamente,
esto es para ti, escucha atentamente,
se cuando estas triste, y se cuando me mientes,
se que lo haces para que no me preocupe como siempre.
Son imanes con igual polaridad por eso chocan al juntarse,
debe ser necesidad la debilidad del uno por el otro,
el amor y el odio de los dos pudo arreglar sus corazones rotos.
Una piel tan blanca no se olvida,
cruzaré los dedos de los pues po si se oxidan,
son almas más que cercanas, tu llámalo como quieras,
creo que algunos los conocen como almas gemelas.
Querida alma gemela espero que me leas,
allí donde quieras que estes lucharé contra el viento y la marea,
yo se que es asi, no espero que me creas,
busco mi otra mitad y no hay duda de que tu lo seas.
Soy feliz asi, con estas pequeñas cosas que me unen a ti...

Suspiro.
Los ojos se me llenan de lagrimas.
El pelo de punta tio.

-¿Como puedes cantar tan ajabaissus?
¿Como me has echo sentir así?
Hace tiempo que no me siento tan bien..

Dani me sonríe y se acerca a mi.

-¿Puedo confesarte una cosa?-me susurra a pocos centímetros.

-Claro.-sonrío.

-Yo..creo que he perdido la apuesta.
Marina, creo que me he enamorado.- se separa.-Me he enamorado de tu forma de ser, eres muy diferente a las chicas con quien he estado.
Eres tan imperfectamente perfecta que no se que hacer ya.
Es que me encantas tío.

Miro al suelo sin decir nada, sonriente.

-No hace falta que digas nada, solo quería que lo supieras.- me sonríe rebuscando algo en su mochila.

El timbre suena y Dani se acerca a mi.

-Quédate, por favor.-susurra.

-Tengo biología.-le sonrío.

-Entonces ve, vamos.

Me giro y voy hasta la puerta.
Pongo mi mano en el pomo y me giro.

-No hagas eso.-lo miro.

-¿el que?- pega una carcajada.

-Obligarme.

Suelta una carcajada y me mira.

-¿Obligarte? Yo no estoy haciendo nada.

Me giro y voy hacia el.

-Vale, bien, me quedo.

-Y eso me recuerda algo.-sonríe.
Se saca una caja del bolsillo y me la da.

-¿Y esto?-sonrío.

-¿Te creías que se me había olvidado tu cumpleaños?-se acerca a mi.

Sonrío y abro la caja, una pulsera de plata con la inicial de Dani colgando.

-Me encanta, enserio.-me acerco y le doy un beso en la mejilla.

Suspiro aclarándome las ideas.
Tengo que hacerlo.
Siento que tengo que hacerlo.

Solo quiero ser feliz. {Gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora