Luego de eso, estuve segura, era el a quien yo estaba esperando, será él quien me sacará de aquí, aunque sea en una misión.
El día siguiente, vi a Percy salir de la cabaña 3, es raro que alguien le de utilidad a alguna de las tres cabañas vacías, yo por lo menos nunca he visto alguna de ellas con personas, tal vez se usaron tiempo atrás, pero yo no lo he sabido.
Por las mañanas, seguía enseñándole griego antiguo, pero debo admitirlo, no tenía la cabeza en ello, últimamente solo me dedico a pensar en la misión que podría tener. Esa sería mi única de probar lo buena que soy.
Una tarde, antes de la cena, tuve una conversación con Quirón. Y no creo que le haya agradado mucho.
-Hola.-
-Hola querida. ¿Se te ofrece algo?-
-De hecho, sí. Debo pedirte un favor muy importante para mí.-
-Tu sabes que me gusta verte feliz, pero si es lo que yo creo debo decir que no. Aun no estamos seguros.-
-El perro del infierno, el minotauro y la benévola no son suficiente prueba. Yo solo quiero participar si esa misión llegara a existir.-
-¿Pero si no le corresponde?, ¿si no la acepta?, ¿Qué harás en esa situación?-
-Si eso llegara a pasar, pues Percy no es la persona que estoy esperando, el Oráculo dijo que yo participaría en una búsqueda con un mestizo muy poderoso.-
-Tal vez lo sea, pero no por eso tienes la obligación de ir con él.-
-Ya sé que no tengo la obligación de ir.- Ya a estas alturas, le estaba gritando. –Pero yo quiero ir. ¡Si Percy tiene una misión, y necesita un tercero, por favor, me avisas que yo voy!-
Dicho lo cual, salí de la casa grande en dirección a mi cabaña.
Llegando allá, sonó la caracola, trate de calmarme un poco antes de ir a cenar, no quiero seguir peleando con nadie hoy, ni siquiera con Clarisse, hoy quiero terminar el día en paz.
Por muy extraño que pueda sonar, en la madrugada del día siguiente, un sonido extraño golpeaba la puerta.
Yo fui a abrirla, ya que soy la que duermo más cerca de la puerta. Pero no por eso me sentí confiada, he escuchado historias que los niños Hermes se dedican a hacer travesuras en las noches, lo primero que hice fue tomar mi daga, no quería que me tomaran desprevenida.
Cuando abrí la puerta, dispuesta a atacar, me encontré a Grover.
-¿No crees que es un poco temprano para conversar?-
-Creí que te interesaría saber que en estos momentos Percy debe estar hablando con el Oráculo por la misión que debe emprender.-
-Por supuesto que me interesa, tú adelántate, en seguida te alcanzo.-
Dicho lo cual, me puse lo primero que encontré de ropa, tome mi gorra, y corrí a la casa Grande. Quirón y Grover estaban ahí, seguramente esperando a que Percy apareciera.
-Quirón, dime ¿podré ir?- Nada de un hola, como han estado, durmieron bien, yo quiero saber.
-Aún no sabemos quién lo acompañara.- Dijo Quirón. -Ni si es su misión.-
-¿En qué consistiría la misión?-
-Recuperar el rayo maestro de Zeus, devolverlo y evitar una gran guerra.-
Entonces era el rayo lo que fue robado, nunca me imaginé algo tan grande.
-Suena fácil, ¿Dónde está?-
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El Ladrón del Rayo. Desde Annabeth Chase. (Pausada)
FanfictionMas que una descripción de esta novela-historia, diré por que la escribí. Desde que hace mucho tiempo he querido saber que es lo que Annabeth pensaba, y como nunca encontré lo que quería, decidí escribirla. Perfectamente podría haber mantenido en se...