El Ladrón del Rayo. Desde Annabeth Chase. (Pausada)

Capítulo 12

Les pido disculpas si no esta bien escrito, no lo he revisado aún, y lo mas probable es que siga así por un tiempo.

Dedicada: A todos los que esperaban un nuevo capítulo.

Esa noche acampamos en el bosque, a unos cien metros de la carretera principal, en un claro que los chicos de la zona al parecer utilizaban para sus fiestas, el suelo estaba lleno de desechos de latas, envoltorios de desechos, entre otros.
Habíamos sacado algo de comida y mantas de la Medusa, pero quisimos prender fuego para echarnos. Las Furias y Medusa fue suficiente por un día, no quería a ningún otro monstruo cerca de mi por un tiempo.
Dormiriamos por turnos, Percy se ofreció para tomar el primer turno, no se lo discutí, me acurruque entre las mantas y me dormí en cuanto mi cabeza tocó el piso.
Tuve un sueño muy extraño, no recuerdo muy bien, pero cuando desperté sentí algo muy mal dentro de mi.
Cuando desperté Grover estaba despierto.
-Buenos días.- Me dijo.
-Buenos días.- Le respondí. -¿Hace cuando despertaste?-
-No dormí en toda la noche, he estado pensando.-
-¿Toda la noche?- El asintió. -¿Sobre qué, algo importante?-
-Pan.- No tuvo que explicar más, yo sabía que era importante para él triunfar en esta misión para que le den la licencia de buscador. -Deberías dormir un poco, debes estar agotado.-
-Estoy bien, si no te importa quedarte con Percy, iré a dar una vuelta, a ver si puedo despejar mi mente.-
-Claro y yo me quedo con el zombie que no te dejó dormir.-
-¿Por qué lo odias?- Preguntó con amargura.
-Por ser él.- No quería ser amable con Percy después de todos los problemas en los que nos metió ayer.
-Deberías darle uno oportunidad, no es tan malo una vez que lo conoces, creo que podrían llegar a ser amigos.- Luego de esto se fue.
Esto me dejó pensando, ¿qué pasaría si no se equivoca?, ¿Sería mucha traición a mi madre que sea amiga de Percy?, aunque sea para completar esta misión.
Mientras pensaba esto, me dediqué a preparar algo para comer, cuando terminé, Grover volvió con un peluche rosa.
-Grover, ¿por qué trajiste un peluche rosa?-
-Annabeth, no es un peluche es un caniche?-
-¿Un caniche?-
-Pues si, es un caniche que nos podría ayudar a llegar al oeste. Por cierto, debes decirle Hola.-
-Es una broma, ¿verdad?-
-No, sólo así aceptó ayudarnos.-
No parecía bromear, tenía la cara seria, pero tampoco podría hablar en serio, o sea, saludar a un perro rosado en que nos va a ayudar a llegar al oeste, pero pareciera que esa es nuestra única salida.
-Hola.- Le dije al perro, este sólo ladró en respuesta. Siento que esto es ridículo. -¿En que nos va a ayudar decirle Hola a un perro?-
-Pues resulta que una familia está ofreciendo una recompensa a quien le devuelva su preciado perro, creo que el dinero podría ser suficiente para llevarnos a los tres a Los Ángeles.-
Si tenía sentido lo que decía, aunque creo un poco estúpido pagar una recompensa tan alta por un perro rosado.
-Ten, come un poco. Lo saqué de la casa de la tía Eme-
-Gracias, deberías darle a Percy también.-
-De acuerdo, lo despertaré.- Me acerqué a él, estaba temblando y todo sudado, no me sorprende debe tener una pesadilla.
-Despierta.- No reaccionó, así que comencé a sacudirlo. Nada. -Despierta.- Grité. Por fin reaccionó, habrió los ojos y miró alrededor.
-Vaya.- Exclamé. -El zombie vive.-
-¿Cuánto he dormido?-
-Lo suficiente para preparar el desayuno.- Le lancé un paquete de corteza de maíz del bar de Medusa. -Y Grover ha salido a explorar. Mira, ha encontrado un amigo.-
Percy enfocó la vista en Grover, y parecía algo confundido, luego abrió los ojos, seguramente ya se dió cuenta de que era un perro y no un peluche.
El caniche le ladró, cauteloso.
-No, que va.- Le dijo Grover.
-¿Estas hablando con... eso?-
El caniche gruñó.
-Eso.- Le aviso Grover. -Es nuestro pasaje al oeste. Se amable con el.
-¿Sabes hablar con los animales?-
"Sip" pensé. Pero Grover lo ignoró.-
-Percy, este es Gladiolus. Gladiolus Percy.-
Percy me miró, lo mas probable es que piense que es una broma, pero lamentablemente no lo es.
-No voy a decirle Hola a un caniche rosa.- Dijo Percy. -Olvidalo.-
-Percy- Intervine -Yo le dije Hola al caniche. Tu le dices Hola al caniche.- Dicho esto, el perro gruñó. Y Percy le dijo Hola al caniche.
Grover nos explicó que había encontrado a Gladiolus en los bosques y que habían iniciado una conversación. El caniche se había fugado de una familia rica local, que ofrecía una recompensa de doscientos dólares a quien lo devolviera. El perro no tenía muchas ganas de volver con su familia, pero estaba dispuesto a hacerlo para ayudar a Grover.
-¿Cómo sabe Gladiolus lo de la recompensa?- Pregunto Percy, y era una buena pregunta pensandolo bien.
-Ha leído los carteles, idiota- Le respondió Grover.
-Claro, como he podido ser tan tonto.-
-Así que devolveremos a Gladiolus- Dije. -conseguimos el dinero y compramos unos billetes a Los Ángeles. Es fácil.-
-Otro autobús no- Reclamó Percy.
-No- Estuve de acuerdo con él.
-Hay una estación de trenes Amtrak a ochocientos metro. Según Gladiolus, el que va al oeste sale a medio día.-

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PREGUNTA: ¿De donde son?