Male Sakura/Español

Los celos de una Uchiha

Advertencia ⚠: Violencia física, relación tóxica. Me pedirán una Yandere Satsuki; acá esta. Sasusaku.

Seiichi no tenía permiso mirar a otras chicas, lo cual era difícil ya que estaba en una tienda de ropa para mujeres. Odiaba ir de compras. No le gustó nada. Sin embargo, aquí estaba él, parado en la esquina de una tienda esperando que apareciera su, autoproclamada, novia.

Deseaba volver a su hogar, pero no quería molestar la mujer; no le gustaría que se repitiera lo que sucedió la última vez.

Una vez, Satsuki decidió que el debería llevarla a una cita, porque eso es lo que hacen los buenos novios. En el camino de regreso, la pelinegra hablaba por teléfono con Naruko y no le prestaba atención, fue entonces cuando Seiichi notó a una chica con una sudadera de su banda favorita. Había visto esa misma sudadera unos días antes en el centro comercial cuando salió con Inoji. Estaba interesado en comprarlo cuando recibiera su próximo salario.

No miraba a la chica en un sentido romántico, mucho menos sexual, pero aparentemente fue eso que Satsuki entendió cuando se dio cuenta de dónde estaba mirando. Agarró a Seiichi del brazo y se volvió para caminar hacia la chica.

La pobre chica miró hacia arriba y se sobresaltó cuando Satsuki comenzó a gritarle, acusándola de intentar seducir a su novio. Satsuki parecía lista para golpear el hermoso rostro de la otra mujer.

Seiichi tardó mucho en calmar a la Uchiha y convencerla de que era todo era solo un malentendido. La pelinegra no parecía convencida, pero dejó pasar. Satsuki dejó muy en claro que no sería tan comprensiva si algo parecido se repitiera.

Odiaba la posesividad de Satsuki, nunca había dado razones para los celos extremos de su novia. Por mucho que amaba la Uchiha, esta relación estaba más allá de lo que se consideraba saludable. Sin embargo, no era como si su opinión importara en esta relación, había intentado romper con ella antes. La conversación no terminó muy bien para su lado. Incluso tenía las cicatrices para probarlo.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que había alguien a su lado hasta que una dulce y femenina voz lo despertó de su trance.
Miró hacia arriba, aterrado.

"¿Que sucede cariño? ¿Por qué te escondes acá? ¿Necesitas ayuda para encontrar lo que estás buscando? ”, Le habló la vendedora. Era una mujer joven, probablemente de su edad, con cabello rubio y ojos castaños. Una mujer atractiva.

El pelirosa se trago en seco, estaba aterrorizado. Satsuki le había prohibido hablar con cualquier chicas, si ella se enterará... cielos, el no quería ni imaginar lo molesta que estaría.

"N-no me gusta las c-compras" evitaba contacto visual.

"¿Entonces porque estas acá, en una tienda?" La rubia parecía entretida con lo tímido ojos jade.

Respiró hondo y sus ojos se abrieron de miedo. Satsuki había notado y se estaba marchando en su dirección. Si miradas pudieran matar, la rubia estaría casi dos metros por debajo del suelo. Los ojos de Satsuki estaban llenos de odio.

Antes que el hombre pudiera hacer cualquier cosa una pequeña y hermosa mujer pelinegra agarró su brazo. Satsuki estaba decidiendo entre dos vestidos cuando notó que una vendedora demasiado amigable se acercó a SU novio. ¡No podía creer en la audacia de la mujer! La Uchiha no estaba para nada contenta.

Quien pasaba por allá debía pensar que era una dulce y amable novia. Es una excelente actriz, quien miraba su bello y angelical rostro no sería capaz de imaginar lo que ella era capaz de hacer. Satsuki sonrió y habló con la vendedora, siendo educada como siempre y riéndose. Su agarre en el brazo del hombre más alto, sin embargo, no disminuyó, al contrario. La personalidad dulce de Satsuki cambió en un instante cuando la mujer se alejó.

"¿Por qué estabas hablando con esa perra?" siseó Satsuki. Seiichi hizo una mueca ante la tensión en sus brazos, la pelinegra era muy fuerte para su pequeño tamaño. Especialmente cuando estaba enojada.

"Yo-yo no ... ella es solo una vendedora, Satsuki-chan ... Me preguntaba si necesitaba ayuda ”Seiichi tartamudeó.

"¿Esa es tu estúpida excusa? ¿Crees que soy tonta? ¡Ya te dije que no te quiero cerca de otras mujeres! ¡Tú eres mío! No te permito mirar, y mucho menos hablar con nadie más." La mirada de Satsuki era fría.

No permitiría que una zorra cualquiera seducirá a SU hombre. Solo imaginar a Seiichi enamorarse de otra persona era insoportable.

"¿Me amas, Seii?"  Satsuki ronroneó.  Cuando él no respondió de inmediato, ella le apretó el brazo con fuerza, clavándose las uñas fuerte lo suficiente para sacar sangre. Seiichi gritó de sorpresa.

“¡S-sí!  Te amo, Satsuki-chan… ”Dijo temblorosamente el pelirosa.

"¿Entonces porque me haces enojar? ¿Acaso quieres verme infeliz? Soy su novia, su futura prometida, debería tener vergüenza de lo egoísta que eres."
Ella lo mira de una manera que hace que su piel parezca que está en llamas.

Seiichi guardó silencio por un momento antes de sacudir lentamente la cabeza y murmurar:

“Sí, Satsuki-chan. Tienes razón, lo siento mucho."

"¡Excelente!." Satsuki resopló. Soltó el brazo de Satsuki, ignorando las recientes marcas de moretones y sangre en sus brazos.

Ella sonrió y envuelvo sus brazos alrededor del más alto, que templava. Esperando que el pelirosa se bajará para poder besarlo.

Seiichi obedeció, acercó sus rostros, cerró sus ojos y la besó. No era eso que tenía imaginado cuando Satsuki-chan había aceptado salir con el. Había sido el día más feliz de su vida, no entanto ahora sólo podía pensar como fue tonto.