Desilusión

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 A los 25 años Wei Ying experimentaría por primera vez lo que era sufrir por controlar su celo.

-Pronto vendrá la joven Mian Mian, al parecer su celo apareció de pronto mientras estaba con su novio. Aquí dejo el formulario doctor Wei – la enfermera se retiró y Wei Ying se sintió orgulloso por cómo había sido llamado, la verdad es que él había pedido que le llamaran solo por Wei, ya que no le gustaba sentirse ajeno a sus compañeros, pero estos habían insistido que llamarlo así era la manera indicada de hacerlo, además las reglas del hospital Gusu Lan dictaban que todos deben de dirigirse con respeto.

Pronto Wei Ying se resignó y dejó que le llamaran así, sin embargo, la verdad es que estaba contento de que le llamaran "Doctor Wei", era como un reconocimiento a su esfuerzo, y un recordatorio de que había cumplido su sueño.

-Si Lan Zhan estuviera aquí, lo obligaría a que me llamara así- dijo entre risas mientras leía el formulario. Ahora que ya se había convertido oficialmente en doctor no podía evitar tener más tiempo para pensar, y a pesar de que ya habían pasado once años desde que perdió a su primer amor, él no lo había olvidado. La situación era risible para Wei Ying, tal vez Lan Zhan ya se había olvidado de él ya que nunca lo buscó, ni se contactó ni una vez.

Así que, Wei Ying a pesar de estar tan cerca del hermano de su primer amor se mordió varias veces la lengua para no preguntar por Lan Zhan, aunque la situación con los Lan había mejorado, tocar el tema de Lan Zhan ciertamente creaba una sombra de incomodidad en ambas familias así que Wei Ying se resignó a que jamás encontraría a alguien a quien amar.

De pronto un pinchazo en su estómago le devolvió a su realidad, su estómago había comenzado a doler y se encontró con falta de aire. Abrió su boca en busca de llenar sus pulmones de aire y sintió el tenue aroma a sándalo en el ambiente. El aroma era apenas perceptible, pero para Wei Ying ese aroma era encantador, cálido y delicioso.

Sacudió su cabeza para recuperar su conciencia y buscó en su cajón del escritorio un supresor, se inyectó y relajó en su asiento dando un gran suspiro de alivio.

Ahora que era doctor sabía la importancia de los supresores y los cuidados que le decían desde pequeño. Aún más por su rara condición que nunca había quedado clara. Preguntó en varias ocasiones a Lan Huan sobre su condición y él le dijo que, aunque su estado era anormal, no tenía de que preocuparse. A pesar de que no sabía a qué se debía su estado. Wei Ying no investigó no por falta de curiosidad sino por miedo a saber la verdad. Internamente no quería saber la razón, tenía una ligera sospecha, pero si esta fuera cierta no tenía lógica así que solo se limita a seguir su tratamiento.

El golpe suave de la puerta lo sacó de sus pensamientos.

-Pase- permitió Wei Ying, mientras se paraba para recibir a su paciente. La figura delicada de aquella omega fue la primera en entrar, Wei Ying pensó que efectivamente la mujer se encontraba en su ciclo de celo, por su rostro rojizo falta de aire y ojos vidriosos.

-Pasa y siéntate por favor – sugirió amablemente con una sonrisa en su rostro, sonrisa que se congeló cuando la figura esbelta y de ojos dorados entró a la sala con la omega.

Lan Zhan se congeló cuando su vista se posó en el doctor que también estaba congelado frente a él. Wei Ying en los últimos años había cambiado mucho, pero no al punto de ser irreconocible sino más bien, se había vuelto más bello su cabello era largo puesto que había dejado de cortarlo por la falta de tiempo en el hospital, sus labios eran rojizos y carnosos; sus ojos eran grandes y mantenían ese brillo que Lan Zhan adoraba; su cuerpo era esbelto, pero no musculoso, o por lo menos eso podría apreciar. En fin, Wei Ying estaba tan hermoso y tal vez aún más de lo que Lan Zhan podía recordar y esperar.

El alfa de mi infancia (WangXian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora