Al día siguiente el señor Sesshomaru me pidió que no saliera para nada en lo que él volvía. Al parecer, salió a atender unos asuntos con la mujer del anterior día. Realmente por mi cabeza rondaba la pregunta ¿Quién era esa mujer? No había explicación para que me atacará, no obstante, sí había una y que yo estaba ignorando. Pero ¿por qué no podían dejar qué estuviéramos juntos? Sólo por que él es un demonio de la aristocracia y yo una simple humana ¿si no fuera un demonio de la nocleza permitirían qué estuviera con él? Varias preguntas estaban en mi cabeza, preguntas que seguro para muchos serían estúpidas, pero era una joven muy curiosa qué le gusta a tener respuestas de absolutamente todo por más innecesario qué sonará.
...
Sesshomaru caminaba por los pasillos de la casa del rey Bestia del este. Iba para hablar o más bien advertir. No tenia las ganas de estar aguantando los juegos de su hermana, quería que parará. Si Zero intentaba algo contra su pareja no haría de la vista gorda, sería capaz de matarla en ese instante y quería que Kirinmaru lo tuviera presenté.
—No tengo la paciencia para aguantar los juegos de Zero. Ten presenté qué sí se pasa de la raya no le tendré misericordia.
—No sé lo que esté haciendo mi hermana, pero Sesshomaru recuerda que si le haces un rasguño yo también me veré involucrado... Cuida a tu pareja.
Después de una larga conversación entre ellos. Sesshomaru volvió a casa, cuando llegó donde estaba Rin, la encontró durmiendo, con un libro entre sus manos "La época feudal" eso leía, exactamente se encontraba en el subtema "El período Kamakura". Había leído gran parte del libro, seguramente ya estaba cansada y dado a eso le dio sueño, termina siendo qué ya era noche (7:40). La azabache despertó antes que el peli-plata retirará el libro para después taparla y dejarla dormir en paz.
—¿Señor...? — Me levanté lentamente tallando mi ojo derecho.
—Perdón por despértarte. —Se alejó unos centímetros y aflojó su corbata.
—No se preocupe — dije en un bostezo.
—¿Saliste? — Lo mire con seriedad. Nuestras miradas se cruzaron y hubo un gran silencio.
—¿No confía en mí? — Interrogé con un poco de frialdad.
—No es eso. Solo quería confirmar. — Dejó de observame y se quitó el saco.
—Eso es lo que dice — murmuré desviando la mirada y con los brazos cruzados. Me dedico otra mirada, seguramente me había escuchado y, posteriormente, se metió a dar una ducha.
Cuando salió yo ya me encontraba durmiendo, camino hacía mí y me tapó con las cobijas. Se acostó a un lado y ahí permaneció observando como dormía.
— Los humanos son muy extraños — susurró acariciando mi cabello.
Pasaron los días y Kirinmaru tenía la intención de hablar con su hermana sobre los acontecimientos de hace un tiempo. Aunque ella parecía no querer hablar, no tenía las intensiones de que su hermano se entrometiera.
—¿A dónde vas?
—No me detengas, Kirinmaru — ordenó deteniendo su caminar.
—¿Iras tras esa mujer?
—Solo iré a investigar. No haré nada que no deba.
—Hermana — Alzó un poco la voz — deja de meterte en los asuntos de Sesshomaru. La humana sólo será pasajera.
—No creo que esta vez sea así — argumento retirándose del lugar, y su hermano soltó un suspiro.
Sabía que ella era terca con ganas, hacerla cambiar de opinión sería un reto, aparte de que era rencorosa; estaba seguro que no lograría nada, así que dejaría que hiciera lo que quisiera, termina siendo qué ella ya era adulta y podía escoger qué hacer con su vida, por más que él no deseará qué la desperdiciarla en esto.
...
Fui al parque para estirar las piernas. Estaba cansada y un poco estresada, tenía mucho trabajo y lo tenia que entregar en dos días; claro esta qué podría logralo si no dormía y no tenia problemas en eso, pero yo también quería darme un respiro. Me senté en una banca y comencé a leer, no paso mucho tiempo para que alguien apareciera. Alzé la vista para ver de quien se trataba, al ver quien era me sobresalté.
—No he venido ha hacerte daño —comentó.
—¿Qué quieres? — Interpelé frunciendo el ceño.
—Qué chica tan directa... — señaló para ella misma — Quiero que te alejes de Sesshomaru —. Iba a interrumpir, pero no me lo permitió — Sí sigues a su lado grandes desgracias ocurrirán. Sabes muy bien que su amor es prohibido. Humanos y demonios no pueden coexistir.
—¿Por qué debería creerte? —Una sonrisa se formó en su rostro.
—¿Le has preguntado a Sesshomaru qué fui de él? ¿Sabes que relación tuvimos? Sé perfectamente que no. No conoces como nos regimos los demonios, es mejor que no te entrometas más —. Dicho esto se retiro y me dejó a mí con mis preguntas y coraje.
Caminé de regresó a la casa. Estaba enojada y en mi caminar se notaba. En el trayecto pensé en lo que dijo esa mujer "¿Le has preguntado a Sesshomaru qué fui de él? ¿Sabes que relación tuvimos?" ¿Relación? ¿Acaso ellos tuvieron algo? ¿Por qué no dijo nada? Esto no me agradaba. Sabía que ocultaba muchas cosas y no tenia problemas en eso yo también lo hacía, pero esto pasaba el límite. Aunque ya tenía pensado en que me diría.
Llegué a la casa tire el bolso en el sofá y me dirigí hacia la habitación. El señor Sesshomaru vio mi comportamiento y se sorprendió, pero no se entrometio. Permanecí en la habitación por un largo tiempo, me duché y puse la pijama. Me encontraba acostada en la cama. Mi coraje ya se había apaciguado, ya me encontraba más tranquila. A los pocos minutos una persona entró a la habitación, sabía de quien se trataba, y me acosté del otro lado dando la espalda al individuo.
—¿Por qué estabas tan enojada? —Interrogó sentándose en la cama.
—Por nada —rechisté con los ojos cerrados.
—Hay algo que quieres preguntame ¿qué es? — No respondí — Rin...
—Ya dije que no pasa nada — repliqué. Parecía una novia celosa y sí estaba celosa, pero eso es normal cuando eres humano.
—¿Quieres saber que relación tuve con esa mujer? — Esas palabras llamaron mi atención y quedé estupefacta —. Hace años yo tenia que comprometerme, fue cuando conocí a Zero, hermana de Kirinmaru, líder del otro clan. Ella era mi mejor opción y con ella me casaría — Abrí más los ojos —, pero no tenia esas intenciones así que decidí no comprometerme. Eso es todo.
—¿Eso es todo? —Alzé una ceja aún dando la espalda.
—Rin... No te estoy mintiendo, yo nunca he amado a esa mujer. En todos mis años de vida jamás había sentido algo por alguien hasta que llegaste —. Dijo con voz ronca; sus palabras sonaron frías, pero a mi me daban una calidez satisfactoria.
Lo observé con una mirada frívola, él me miraba igual, aunque esa siempre a sido su mirada. Así permanecimos unos momentos y después pequeñas perlas empezaron a resbalar por mis mejillas, me lanze a sus brazos.
Continuará
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Privada De Libertad
FanfictionRin, una chica de 20 años, linda, amable y distraída. Fue vendida para pagar una deuda de sus padres, pero ya se hartó de estar atada a una persona que no quiere. Ella buscará su libertad y en el camino se encontrará con una hombre guapo, listo, frí...