Después de intentar consolar a Kagome volví a la casa. El señor Sesshomaru no se encontraba, seguro que había ido al trabajo. Hize los quehaceres de la casa y cuando termine me puse a leer un libro, llevaba pocas páginas justo cuando el señor Sesshomaru llegó con bolsas de comida en mano, realmente él no comía la qué lo hacía era yo.
—No tengo hambre — balbucé.
—No te pregunté. Tienes que comer —. Fijé mi mirada hacia él, a veces sentía que se preocupaba de más.
Caminé hacía la mesa y me senté. Todavía no quería comer y me obligó; me dio la comida en la boca, literalmente haciendo qué me sonrojara.
—¿Por qué estás de éste humor?
—Por Kagome... Tuvo problemas con Inuyasha.
— Inuyasha no es una persona tranquila, siempre está metido en problemas.
—No ese tipo de problemas. Hablo de problemas amorosos... Oh, por cierto ¿Inuyasha tiene novia?
—No lo sé.
—Me ayuda mucho, señor Sesshomaru — informé sarcástica.
—No pienses en eso. Deja qué ellos se resuelvan —. Me iba a dar otro bocado, pero tome los palillos con nervios y me puse a comer yo. Qué hiciera eso me daba un poco vergüenza; parecía una niña pequeña.
—B-Bien. Gracias — tartamudé roja.
Pasaron los días y la relación de Kagome e Inuyasha se hizo más distante qué antes. Estaba segura que Inuyasha no entendía qué le pasaba a su amiga; antes se llevaban muy bien y siempre estaban conversando, pero ahora eso había cambiado Kagome ya no le dirigía palabra, solo una qué otra vez. Ella intentaba ocultarlo, sin embargo, no era la mejor en eso y se notaba su indiferencia hacia él.
Un día Inuyasha vino a la casa del señor Sesshomaru buscándome, el motivo produjo una discusión entre los hermanos, no obstante, los tranquilicé a tiempo.
—Bien ¿a que has venido, Inuyasha? — Interpelé con incertidumbre.
—Vine porque no sé que le sucede a Kagome. Ha estado bastante alejada de mí, creo que está molesta por algo que hize ¡Pero no sé que fue! Y como tú eres su mejor amiga recurrí a ti — explicó con voz arisca.
En su tono no se notaba su desesperación por saber, pero sus ojos me decían otra cosa. Era igual que el señor Sesshomaru, no mostraba sus sentimientos por orgullo ¡Pero que niños! Y dicen que no se parecen en nada.
—Bueno... Primero que nada Kagome está un poco molesta...
—Lo sabia — murmulló — ¿Y sabes que pudo molestarla?
—Antes de decirte ¿qué harás después?
—¿Cómo que después? Pues... Debería ir a disculparme.
—¿Debería?
—No soy tan bueno en eso de las disculpas, ya veré como lo haré — se defendió cruzado de brazos.
—Bien. Termina siendo qué ustedes deben resolverlo — susurré — Pues Kagome esta resentida porque tienes novia y no le dijiste nada.
—¿Qué? ¿Por eso? Pero yo ni siquiera tengo novia — comentó confundido y sorprendido al mismo tiempo.
—¿¡Qué!? Entonces ¿con quién conversabas cuando dijiste que se darían un tiempo?
—¡Oh! Con mi ex novia. Nos estamos dando un tiempo para volver a ser amigos.
—Ya veo, así que todo fue un mal entendido. Deberías hablar con Kagome para arreglar las cosas, seguro lo entiende — recomendé con una sonrisa.
—Antes de eso ¿Por qué le enojo tanto eso?...
—Cosa de chicas. Ahora ve y arregla las cosas — repliqué tomándolo de la mano y jalando hacia la puerta.
—Muchas gracias, Rin —. Me abrazó y por detrás pude sentir un aura bastante molesta qué provocó un escalofrío en Inuyasha
—Sí. Cuenta conmigo... Ah y antes de que te vayas por favor no le digas a Kagome qué yo te ayudé — supliqué juntando mis manos.
—Okey. No te preocupes —. Tocó mi cabeza — Adiós.
Moví la mano en forma de despedida y posteriormente cerré la puerta.
— Sabe usted es muy celoso — indique caminado — No, usted no es celoso ¡es posesivo!
Cuando pasé a su lado agarró mi muñeca y me atrapó entre sus brazos.
—No lo niego, Rin. Soy posesivo — señaló en mi oído.
—¿Señor... ?
—Pero intento no serlo contigo... — habló apoyando su cabeza en la mía — No quiero tratarte de esa forma y tampoco quiero que alguien más lo haga. No te mereces eso...
No sabía como responder a eso... ¿Qué podría decir en un momento así? Nada llegaba a mi cabeza. Me separé un poco de él y observé sus orbes color ámbar. Toqué su mejilla y lo besé, obviamente tuve que pararme de puntitas para hacerlo, ya que yo estoy muy pequeña a comparación de él.
Kagome e Inuyasha terminaron en buenos términos. Inuyasha explicó la situación a Kagome y ella se sintió como una tonta, ahora tenía tanta vergüenza de dirigirle la palabra a Inuyasha, pero él le dijo que no se sintiera así y que olvidarán todo el asunto, y así fue.
—Sí. Y así terminamos en buenos términos — termino de explicarme Kagome.
—Te dije que era todo un mal entendido.
—Sí, tuve que haberte escuchado, ja, ja, pero que tonta. Quizás la próxima vez y sí te escucho...— tome un poco de mi vaso con agua— Pero me pregunto como Inuyasha supo lo que estaba mal entre nosotros — manifestó con dudas provocando qué casi es cupiera mi agua.
—Ja, ja no pienses en esas cosas.
—Sí, tienes razón. Ya estamos en buenos términos y no quiero más discusiones sin sentido.
Qué suerte la mía qué pensará así, si tuviera la intención de averiguarlo lo haría en un dos por tres y yo estaría en un gran dilema con ella.
Continuará
ESTÁS LEYENDO
Privada De Libertad
FanfictionRin, una chica de 20 años, linda, amable y distraída. Fue vendida para pagar una deuda de sus padres, pero ya se hartó de estar atada a una persona que no quiere. Ella buscará su libertad y en el camino se encontrará con una hombre guapo, listo, frí...