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Se sentía cansado, con frío, con hambre, cediendo y apenas podía respirar con normalidad, el lugar donde estaba estaba sucio, húmedo y olía muy mal.

Miro hacia abajo y se vio amarrado a una silla, las ataduras estaban muy apretadas lo que dificulta más el que respirara. Al fijarse bien sus extremidades no eran las mismas, más bien eran las de un niño.

Estaba teniendo otro recuerdo.

-mami- susurró cansado, entonces sintió un asqueroso olor a tabaco seguido por un humo que cubrió toda su cara.

-el bebito extraña a su madre- se burló un hombre de él que no reconoció- pero ella no vendrá por ti- se burlo.

-si... lo hará y mi..pa...papá también- dijo con un poco de dificultad.

-ninguno de los dos lo hará- dijo para darle otra calada a su cigarro.

-No!, no es verdad, si vendran por mi- dijo y otra vez le echó humo en la cara haciendo que tosiera.

-no lo harán, estúpido mocoso- gruñó para después darle un fuerte golpe en la cara….

*******************
Lunes.

-NO!!-Theo despertó sudoroso y agitado en la habitación que Zuset le había dado, sentía su pecho comprimido y su cuerpo temblaba de miedo y terror, el mismo que sintió en el sueña. De Repente la puerta de la habitación fue abierta.

-Theo, qué pasa?- le preguntó Zuset que de inmediato tomó su inhalador para dárselo- tranquilo, todo estara bien- lo tranquilizó mientras volvía a respirar con normalidad- tuviste un recuerdo?- le preguntó él solo asintió-que fue?-

-un tipo me había secuestrado- dijo dejándose caer el las piernas de Zuset que solo se limitó a peinar su cabello, el cual estaba algo largo- creo que tenía alguno cinco o seis años, el lugar era muy frío, húmedo, olía fatal y él no paraba de fumar y echarme el humo en la cara- le contó abrazándose a sus piernas.

-se que no debió ser bueno, pero solo fue un recuerdo Theo, eras un niño pasó hace mucho tiempo y como ese posiblementes tengas más- le dijo.

-eso no es un consuelo- le dijo.

-lo se y por eso estaré contigo cuando los tengas- le dijo.

-eso sí en un consuelo- dijo abrazándola aún más fuerte, pero sin lastimarla.

Siguieron haci un rato más hasta que Zuset vio la hora, eran las dos de la mañana, llevaba como dos horas ahí y tenía que irse a dormir, aunque no podía negar que se sentía muy cómoda con junto con el. Con cuidado de no despertarlo intentó moverse, pero él no estaba dormido y la sujeto.

-no te vayas, quédate, por favor- casi le suplico. Se sentía muy cansado, pero tenía más miedo de quedarse dormido y que ella no estuviera ahí con el.

-esta bien, pero debemos acomodarnos mejor- dijo, Theo solo la soltó el tiempo suficiente para que se pudiera acomodar en la cama, para después abrazarla y esconder su cara en su cuello, donde podía sentir más su olor a miel.

Zuset por el contrario de sentirse incómoda o nerviosa por ello, se sentía muy tranquila, incluso feliz, por cómo la abrazaba, además comenzó a sentir las dichosas mariposas por todo su estómago, algo que no había sentido antes.

La rubia despertó sobre el caliente, algo firme y suave pecho de Theo, no recordaba la última vez que había dormido tan bien. Perezosa miro el reloj de la mesa de noche dándose cuenta que faltaban 15 para las ocho.

Se le había hecho tarde.

-MIERDA!- gritó saliendo de la cama y corriendo fuera de la habitación.

Era la primera vez que se quedaba dormida para ir al trabajo, se bañó y vistió lo más rápido que pudo con lo primero que encontró, unos pantalones negros y una camisa verde acua, tomo su mochila que estaba siempre lista, salió de su habitación haciéndose una cola de caballo.

-Ya te vas?- le preguntó Theo encontrándose lo en el pasillo, la mirada de la joven doctora se codisio un poco mirando lo bajo que le caían los pantalones de dormir y la V que se le estaba empezando a marcar.

-si, es tarde- dijo y beso su mejilla- nos vemos en la noche- dijo y se fue, dejando a Theo sorprendido y encantado.

****************

-ya te dije que estoy bien mujer!!- se quejó el hombre de unos cincuenta y tantos.

-no, no lo estas- contra dijo- lleva quejándose de un dolor en el pecho desde hace dos días, se cansa por la mínima cosa, el no es así, ahora se fatiga con nuestras caminatas al parque- dijo su esposa preocupada.

-solo es cansancio nada más, no es para que me trajeras- le dijo.

-te desmayaste!- le recordó.

Zuset los miraba divertida, amaba ese tipo de parejas, pero en ese momento quería terminar rápido e irse a su descanso, era más de medio dia y solo se había tomado un yogur en la mañana.

-señora Hill, seria tan amable de ir con la encargada de recepción y decirle que necesito a una enfermera por favor- le pidió amable.

-ah si- dijo algo confundida, pero fue, dejándolo solos.

-muy bien señor Hill desde cuando las esta tomando?- le preguntó, a Zuset no le había tomado mucho tiempo saber la causa del malestar de su paciente.

-tomar que?- contestó el hombre confundido.

-por que siempre se hacen los desentendidos?- se quejó Zuset- hace cuanto que está tomando viagra?- le preguntó directamente dejándolo sorprendido para después ponerse nervioso- y bien?- insistió.

Zuset sabia lo incomodos que se ponian los hombres al hablar de ese tema, por lo que muchos al no funcionar como antes, simplemente se compraban las mágicas pastillas azules, pero no todos podían tomar de los variados tipos que ahí, debían ser bajo receta, más para hombres de cierta edad, pero como eran muy orgullosos no querían que nadie supiera que necesitaba ayuda para complacer a su mujer y el hacer eso les salía caro.

-una semana- contestó el hombre incómodo.

-no se las indico un doctor verdad?- preguntó, el hombre negó - deje de tomarlas- le dijo y en ese momento llegó su mujer con la enfermera- no coma carne roja, nada de alcohol por las siguientes dos semanas, continúen con sus caminatas y no coma nada pesado para cenar- le indico mientras anotaba una receta- regresen en dos semanas, tome- le paso el papel- sabe cuándo debe tomarlas- le dijo mientras le giñaba un ojo- ya puede quitarle el suelo- le dijo a la enfermera- los papeles de el alta estaran en recepción- le dijo a la señora Hill…..

*************

-que mala eres, pobre señor- dijo Theo divertido después de que Zuset le contara lo que había pasado en el hospital.

-mala hubiera sido si se lo hubiera preguntado con su esposa ahí- se defendió, estaban en el sofá de la sala hablando, en realidad Zuset estaba acostada en el pecho de Theo, no se acordaba cómo había terminado en esa posición, no era que se estaba quejando y Theo menos.

-de verdad un hombre puede morir por tomar viagra?- le preguntó.

-no, pero si no la toman bajo supervisión médica les puede hacer mucho daño- le explico.

-lo tendré en cuenta cuando esté en los cincuenta- dijo.

-más te vale, para ti es más peligroso por tu asma- le dijo serio sentándose para quedar frente a frente.

-lo juro- dijo haciendo una X donde estaba su corazón, a Zuset le pareció lo más lindo y tierno- es mejor que ya vallas a dormir o se te hara tarde como en esta mañana- le dijo.

-si es verdad, buenas noches- dijo dándole un beso muy cerca de los labios para después irse sin esperar respuestas.

Zuset se regaño por haberlo hecho otra vez, pero no podía evitarlo, aunque agradecia que se controlaba lo suficiente para no besarlo donde realmente quería.

Theodoro GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora