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-y yo que estaba feliz pensando que tenía un novio chef- dijo Zuset con un puchero totalmente falso.

-solo me quieres porque cocino- se hizo el ofendido.

-claro que no mi amor- le dijo besándolo- sabes hacer muchas cosas deliciosas sin tener que cocinar- susurro coqueta.

-me gustaría enseñarte algunas, pero se te haría tarde para el trabajo- dijo acariciando su mejilla- hablando de trabajo, no tienes que avisar?- le preguntó.

-no, lo más seguro es que el hospital ya esté informado- contestó- cuál es tu nombre completo?- preguntó curiosa.

-Theodoro Raymond Grey Steel- contestó.

-Grey?- preguntó sorprendida a lo que él asintió- Valentina trabajara para una de tus hermanas?- preguntó.

-no, Ava es mi prima- contestó.

-tu familia es muy grande?- preguntó.

-un poco, les caeras muy bien a todos- dijo seguro.

-crees que me acepten así de rápido?- preguntó dudosa dudosa.

-cuando sepan lo que pasó y todo lo que hiciste por mi, por su puesto- aseguró.

-espero tengas razón- dijo- y ya pensaste en lo que harás al volver?- preguntó.

-si, cada paso y espero contar contigo- le dijo
-por supuesto que sí- contestó segura.

**************
Viernes.

La semana paso rápido, aunque Ted lo sintió eterno. Como Zuset imaginaba el hospital ya sabia lo de su traslado, por supuestos ellos no tenian ningun problema con ellos.

En la semana buscaron el departamento a donde se mudarian y prepararon la mudanza, Ted estaba ansioso por volver y ver a sus padres, sus hermanas, tíos, primos, abuelos, los extrañaba mucho, quería que dejaran de sufrir al creerlo muerto, cuando no lo estaba.

**********

Zuset terminaba de cerrar una caja con sus libros, entre ella y Ted estaban guardando todo para la mudanza que sería al dia siguiente. Cuando iba a tomar otra caja, escucho unos toques en la puerta.

-adivino se te olvidaron las…- dijo divertidas mientras abría la puerta pensando que era Ted, pero no era el- Papa- dijo sorprendida- mi mamá está bien?- preguntó preocupada, no se le ocurría otra razón para ver a su padre ahí.

Esa semana no había recibido alguna de sus llamadas, lo que comenzó a preocupar la un poco, hasta quiso llamar a su madre y preguntarle, pero se contuvo.

-ella está bien, tranquila- dijo- puedo pasar?- preguntó.

-si, pasa- dijo dejándolo entrar- no es que me queje mucho, pero que haces aquí?- le preguntó.

-yo….necesito tu opinión médica- dijo el dejandola sorprendido.

-no te entiendo papá- dijo- por qué venir desde Seattle hasta aquí?, pudiste haber ido con cualquier médico?-

-yo...no me he sentido bien en estos días, no he querido ir con otro médico, para no preocupar a tu madre, pero no mejoro- dijo.

-qué es lo que sientes?- preguntó.

-una presión en el pecho, la mayoría del tiempo me siento sofocado- contexto.

-siéntate, iré por mi maletín- dijo yendo a su habitación. su padre le hizo caso y noto que su hija estaba recogiendo todas sus cosas.

-te vas a mudar?- le preguntó.

-si, empezare a trabajar en el hospital de Seattle la próxima semana- contestó sacando el estetoscopio.

Theodoro GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora