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-auuu!, auuu, ya…- se quejó el, mientras Zuset curaba la quemadura de su mano.

-mejor quedate quieto, si me hubieras hecho caso esto no hubiera pasado- le regaño la joven que iba con él.

-pero….

-pero nada- lo corto y llamaré a tus amigos, no habrá videojuegos hasta nuevo aviso- dijo sacando su celular.

-no, por favor, eso no- le rogo.

Zuset estaba tratando con todas sus fuerzas no reírse de la pareja que estaba atendiendo. La chica era casi de su edad y el unos años mayor que ambas y se estaba comportando como un crío de 9 años.

-es lo mejor, no podrás usar los controles con la mano así - le dijo Zuset y el chico parecía que le iba a dar un ataque de pánico.

********

Luego de terminar con los de la sala de emergencias, Zuset hizo su recorrido habitual con sus pacientes, dejando para último a Theo.

Lo habían puesto en terapia física, respondía más rápido de lo que esperaban, lo que significaba que se tenía que ir del hospital, una vez sano no lo podían seguir teniendo alla, sin importar si recordaba o no.

-te dolerá la cabeza Theo- le dijo Zuset en la puerta de la habitación- escuchaste al doctor, vendrán por sí mismos- le recordó.

El estaba sentado en la ventana de esta, recortado de el cristal con los ojos cerrados, Theo abrió los ojos observándola fascinado como cada vez que lo iba a ver.

Para él, ella era un ángel, un ángel que lo había arrancado de los brazos de la muerte.

Aún le parecía familiar de algún lugar, pero ni siquiera recordaba cual era su nombre, ella también había dicho lo mismo, pero tampoco recordaba de donde.

-intentar no vale nada- se encogió de hombros, para después ponerse de pie y caminar a la cama para su revisión diaria.

Esos eran los momentos favoritos de él, cuando ella iba a revisarlo, podía tenerla cerca, sentir la calidez y suavidad de sus manos, escuchar lo suave y reconfortante de su voz.

En esos momentos no se sentía miserable, perdido, abandonado.

Tendría familia?

Hermanos?

Algún amigo?

Novia?

Que le hizo perder la memoria?

No le importaba a nadie?

Por qué nadie ha buscado a alguien con su descripción?

Esas y muchas preguntas más surcaban su cabeza y lo peor era que no tenía cómo contestarlas y nadie en el hospital tampoco.

-has tenido otro ataque?- le preguntó Zuset mientras lo revisaba y se regañaba por mirarlo de más en ocasiones, el era un paciente.

Un paciente por el cual tenía preocupación, más allá de lo profesional, sentía como propio la pena que él tenía por no recordar quién era, de dónde venía.

Una cosa de la que la acusaban las personas que la conocían era que se confiaba mucho de la gente, era demasiado buena, y hay personas muy malas.

-no- contestó.

-aun tienes el inhalador?- le preguntó mientras escuchaba su corazón.

-sí- dijo sacándolo- tendré más terapia física hoy?- le preguntó, quería que siguiera hablando.

-hoy ya no, tu cuerpo ha reaccionado mejor de lo que se esperaba, pronto te podrás ir- le dijo.

-esa sería una buena noticia si tuviera a donde ir- dijo soltando un pesado suspiro. Zuset se sento a su lado.

-no te desanimes así, las cosas mejoraran para ti, solo debes darles tiempo- trato de consolarlo.

No podía negar negar que también había pensado en ello, si salía del hospital no tendría a donde ir y quedaría como un vagabundo, esa idea le rompía el corazón.

-espero que eso sea pronto- dijo Theo mirándola, perdiéndose el la calma de sus ojos verdes.

Ambos se quedaron en silencio observándose, fascinados con los ojos del otro, acercándose poco a poco casi sin darse cuenta, pero aun así sintiéndose tan lejos uno del otro.

Doctora Fell se necesita en el área de emergencias,Doctora Fell se necesita en el área de emergencias.

La voz de los altavoces los sobresaltaron dándose cuenta de lo que se habían acercado.

-tengo que irme- dijo Zuset rápidamente, casi huyendo de la sala, sin dejar siquiera que él contestara.

Zuset término su dia agotada como era normal, no volvió a la habitación de Theo, aún se sentía nerviosa por lo que había pasado, aunque no pasó nada en realidad.

Camino las tres cuadras que separaban el hospital de su departamento, la zona por donde vivía era tranquila, aunque no podía decir lo mismo en las noches, en sus turnos nocturnos siempre trataba de salir con alguien que fuera lo más cercano de donde vivía.

Al entrar colgó su bolso en el perchero de la entrada, se quitó los tenis y soltó su cola de caballo, para después disponerse a caminar a la cocina.

Su departamento era grande, para solo vivir ella en el. Tenía tres habitaciones, cada una con su baño, sala, cocina y una biblioteca estudio donde pasaba mucho tiempo.

La medicina era una carrera en la cual siempre hay más por descubrir, además Zuset quería especializarse en otra área, pero no se decidía por una.

Mientras caminaba a la cocina paso por la sala, donde su contestador parpadeaba, avisando le de un mensaje nuevo. Era jueves por lo que sabía de quién era.

Zuset deja de una buena vez tu berrinche y haste una mujer, ya debes casarte con Roman y dejar tu jueguito absurdo de doctora, no me hagas tomar medidas más extremas.

Zuset ignoro el mensaje como los otros, siempre decía eso, pero nunca había hecho nada, en todo caso a Zuset solo le interesaba que su padre había llamado, nada más.

Se preparo algo ligero para cenar, mientras lo hacía no podía dejar de pensar en Theo, en ayudarlo, no iba a estar tranquila si no lo hacía.

Algo se le ocurrió cuando estaba acostada en su cama, algo completamente descabellado, a cualquier persona que se lo dijera le diría que estaba loca y quizás tenían razón, pero no encontraba otra forma de ayudarlo….





Theodoro GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora