𝙈𝙔 𝙆𝙄𝙉𝙂 ➸ 𝘛𝘢𝘦𝘎𝘪ᵃᵈᵃᵖ [T2]

veintiuno

Del carruaje, ambos reyes de Busan bajaban con su cachorro en brazos. Ambos padres con sus ceños fruncidos y los guardias de su reino detrás de ellos.

Sin querer, le gente de Seúl había metido en el conflicto a otro pueblo que no tenía la culpa de nada. Podrían justificarse diciendo que Seokjin fue antiguamente príncipe de Seúl, pero actualmente era rey de Busan.

Yoongi y TaeHyung estaban frente a ellos, con rostros de culpabilidad. Por otro lado, MinGi no se encontraba allí, pues ya estaba en su habitación durmiendo por la hora que era.

— ¿Dónde están? ¿Quiénes son los que lastimaron a mi cachorro?

— Llevan días encerrados en el calabozo. Pensamos que querrias hablar con ellos. — Ellos lastimaron a HongJong.

— Están cumpliendo con su sentencia.

Ambos mayores asienten para empezar a dirigirse hacia el calabozo del castillo. Seguían a TaeHyung y Yoongi.

Allí las tres personas que habían sido capturadas reconocieron de inmediato a su antiguo principe, Seokjin. Ellos agachan sus miradas cuándo notan lo furioso que estaba el pelirrosa y la presencia del alfa junto a él no ayudaba.

— Por culpa de ustedes mi cachorro esta lastimado...

Ellos solo miran al pequeño en brazos de Namjoon, HongJong se encontraba profundamente dormido y su rostro reflejaba completa tranquilidad.

— L-Lo sentimos, todo lo que hicimos fue estupido.

La mujer se arrodilla frente a ambos reyes de Busan. Los otros dos no tardan en seguirla, mostrando sus respetos y arrepentimiento al alfa y omega frente a ellos. Hong empezó a despertar lentamente y sus ojitos se abrieron, lo primero que notó fue que estaban en un lugar muy obscuro.

El cachorro voltea y nota a los tres infiltrados arrodillados. Los observa confundidos, sus padres se veían molestos. HongJong voltea a ver a su derecha, notando que TaeHyung y Yoongi también estaban allí, pero MinGi no.

— ¿Qué harás con ellos, Kim? — cuestiona Namjoon.

— No lo sé. Pensé en matarlos en la guillotina, pero eso solo empeorara todo.

— ¿Por qué no mejor les das lo que quieren, TaeHyung?

Jin observaba con su ceño fruncido a su hermano menor. El alfa avergonzado agacha su mirada, por que sabía que parte de todo lo ocurrido era su culpa.

— Serán mandados nuevamente a las afueras del pueblo, dónde viven. Yo... Enmendare mi error, el error de mi familia. Haré lo posible por sacarlos de la pobreza.

Los tres contrarios miran a su gobernante con esperanzas en los ojos. Finalmente son escoltados fuera por unos guardias. Los cuatro reyes no tardaron en salir de allí.

— Que perdida de tiempo, Kim. Si sólo ibas a hacer eso ni nos hubieses llamado. — reclama Namjoon.

— Ustedes dijeron querer saber quiénes eran los que lastimaron a HongJong.

— Saben que se pueden quedar un par de días aquí, sabemos lo pesado que es el viaje. — habla Yoongi.

El ahora rubio observa a Jin, notando la evidente curva en su vientre y sonriendo ante lo tierno que se veía el omega. Ambos reyes de Busan asienten agradecidos ante la propuesta del menor y finalmente se retiran a la habitación dónde siempre se quedaban.

— Pensé que Seokjin querría matarlos...

— Puede ser tú hermano, pero él no es como tú. — se burla el omega.

TaeHyung observa con el ceño fruncido a su pareja quién mantenía su sonrisa burlona hasta que siente que sus piernas se debilitan levemente. Antes de siquiera caer al suelo, el alfa lo sostiene y carga al estilo nupcial.

— ¿Estás bien?

— Sí... Solo fue un mareo.— instintivamente el menor coloca una mano sobre su vientre.

— Creo que es mejor que vayamos a la habitación.

Y así fue, la pareja se fue a la habitación. En la cama yacía su cachorro acostado en medio de toda la cama. Ambos sonrieron al saber que MinGo ya no estaba en peligro y que habían podido arreglar las cosas con quiénes trataban de atacarlos.

Ambos padres se acostaron cada uno de un lado del cachorro, el omega abrazó a su hijo y el alfa los abrazó a ambos y así los tres quedaron dormidos.

♕︎  𝐌𝐘 𝐊𝐈𝐍𝐆  ♕︎

El rey de Seúl estaba sentado en uno de los sofás dentro de la sala. Habían pasado ya tres días desde que Namjoon y Seokjin habían llegado a Seúl, días en los que habían liberado a quiénes trataron de matar a su hijo y él se seguía cuestionando si era lo correcto.

El ser de su pasado lo seguía atormentando, pensaba en cómo era cuándo era tan solo un cachorro, amable y muy gentil, pero su poder cómo alfa y futuro rey lo cegaron a tal punto de creer que era el más fuerte y que podría conseguir lo que quisiera sin problemas.

Era de noche, su pareja junto a su hijo dormían.

Yoongi habia estado últimamente muy cansado y era entendible, pues estaba cargando con dos vidas más en su vientre.

Suelta un suspiro y lágrimas no tardan en salir de sus ojos. Ser rey no te hacía mucho más fuerte que todos, sigues siendo alguien con sentimientos y vulnerable a algunas cosas.

Siente unas caricias en su cabello y puede sentir el aroma de su hermano, aquel que lo calmaba desde que es un cachorro, el omega que lograba recordarle a su madre.

— ¿Qué te atormenta, Tae?

— ¿Recuerdas el día de mi coronación? ¿Las palabras que... Dijiste esa noche? Tenías razón.

— Han pasado años desde ese día, Tae. En el pasado no fuiste el mejor, pero nadie viene con un manual de cómo ser gobernante.

— Pero durante toda nuestra infancia fuimos criados para ser reyes. Tú fuiste uno bueno, Busan jamás estuvo en pobreza extrema, pero Seúl...

— Pero ahora ya no, por que remediaste los problemas que causaste y ahora tú pueblo te ha perdonado por aquel trato.

— No solo mi pueblo recibió un mal trato, Jin.

El pelinegro observa al pelirrosa con culpa en sus ojos, pero el mayor solo le sonríe. El menor se apoya en el hombro del omega y este acaricia su cabello tranquilizando un poco al alfa.

—Yo ya te perdoné por aquello.

— Pero a diferencia del pueblo, tú recibiste tantos golpes, tantas palabras hirientes. Al principio a Yoongi tampoco lo traté de la mejor manera e igual todos supieron perdonarme cuándo no lo merecía.— a ese punto el alfa ya estaba soltando sollozos.

— Por que aceptaste tú error y eso es lo que importa, por que ahora eres un gran rey para Seúl.