Capitulo 7

122 9 6
                                    

24 de noviembre.







La neblina oscura se disipa lentamente de mis ojos, dando paso a la horrible escena frente a mí. Sangre esparcida por todos lados, el piso lleno de escombros de los edificios destruidos, formando grandes apilados de los mismos. Sobre el más grande los distingo; all might en el suelo, su cuerpo demacrado lleno de escombros mezclados con su propia sangre. All for one sonríe arrogante mientras su maldito pie ejerce fuerza sobre el pecho de all might.

Por más que quiero mi cuerpo no reacciona. Mi garganta se cierra y las estúpidas lágrimas pican mis ojos amenazando con bajar.

"es tu culpa". No. No de nuevo.

"eres débil". Las risas rebotan por todo el lugar. Se burlan de mi.

"tu lo mataste".

—no es cierto— mi voz es ahoga en mi garganta.

"es tu culpa". Suena más fuerte con forme se repite.

—es mentira— mi garganta duele por el esfuerzo de hablar.

¡¡¡DÉBIL!!!,¡¡¡POR TU CULPA ALL MIGHT ESTÁ MUERTO!!!.

Las risas suenan en todas las direcciones, son tan fuertes que que aún tapando mis oídos siguen sonando.

—es mentira. No es cierto. ¡NO ES CIERTO!— grito desesperado, lo que parece dar gracia, ya que aumentan sus burlas hacia mí.

Las risas han bajado su volumen y cuando creo que está maldita tortura está por terminar, una respiración se siente detrás mío. Sobre mí. Dejándome estático.

—Asesino. Eso es lo que eres. Un asesino con ideas estúpidas sobre ser héroe. ¿Crees que las personas de verdad te admiran?. Mírate. Eres solo un villano ante sus ojos. Un idiota con aires de grandeza. Un imbécil que busca su propia satisfacción. Un impulsivo. Un agresor. Un villano.

Resalta la última frase al terminar. Las risas cesaron. El sabor salado de mis labios sólo afirma que las lágrimas bajaron. Mi garganta adormecida por el dolor no me permite hablar aunque quisiera. Lo único que logro hacer es girar mi rostro. Viéndome a mi mismo con una sonrisa socarrona.

—Eso es lo que eres. Eso es lo que somos...—

Mis ojos se abren con sorpresa y desespero. Mi cara se siente húmeda por las lágrimas. Mi mandíbula duele de lo tensa que está. El olor a humo solo afirma que eh quemado las sábanas con explosiones.

—otra vez ese estúpido sueño— escupo estresado...

Este día podía comenzar peor, tan sólo anoche confesé mis sentimientos a voz alta a las paredes de mi habitación, sin tener la más mínima concentración a las putas tareas, garabateando sobre cada ejercicio sin resolver nada. Aventando las libretas para simplemente gritarle a la almohada y quedar inconsciente sobre la cama. Culpa del cansancio. Despertando a las 4:30 de la madrugada por la maldita pesadilla que vuelve cada tanto tiempo. Sin poder volver a dormir lo que resta de la noche.

—maldito día de mierda— susurro mientras resuelvo los ejercicios del profesor Ectoplasm. Desde que empezó la clase el salón quedo en un silencio tranquilo, lo cual es raro si estamos hablamos de los extras por los que tengo de compañeros.

Como si fuera un movimiento involuntario mi mirada divaga hacia ti, miras con pánico tu libreta mientras muerdes el lápiz inquieto.

Maldigo por lo que hago a continuación.

Todas.

¡¡ABSOLUTAMENTE TODAS!! las respuestas de los problemas están apuntadas en esa bola de papel que recoges después de haber chocado con tu cabeza al momento de lanzarla. Mi mirada vuelve a los ejercicios.

recuerdos al vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora