La guardiana de Harry Potter

Capítulo 12

Narrador omnisciente

Luego de que el señor Weasley finalizara el conteo, los chicos sintieron como si un gancho jalaba sus cuerpos. Sus pies se habían despegado de la tierra. Harry pudo notar a Ron y Draco, cada uno al lado del otro, porque sus hombros chocaban con los suyos. Iban todos a una enorme velocidad en medio de un remolino de colores y ráfagas de viento.

Todos tenían puesto su dedo índice en la bota por atracción. Y entonces...

Tocaron tierra sus pies. Ron se tambaleó sobre Harry, y él empujo a Draco; lo cual los hizo caer a los tres. En realidad todos habían caído. Excepto los cuatro adultos, Percy, Dan y Cedric.

Ellos se encontraban de pie aunque el viento los zarandeaba un poco.

Desde la colina de Stoatshead a las cinco y siente. – anunció una voz.

Narra Dan

Una vez todos los chicos se pusieron de pie, nos dirigimos de donde provenía la voz.

Buenos días Basil – saludo mi tío a un mago vestido con falda entregándole la bota.

Hola Arthur, Amos, Lucius – saludo inclinando su cabeza – Señor Towns, bienvenido. – exclamo hacia mi padre.

Basil – respondió de la misma manera – donde nos encontramos?

Okey, Weasley... Towns...Malfoy – buscaba nuestros apellidos en una lista. – Aquí están. – exclamo- Están a unos cuatrocientos metros en aquella dirección. Es el primer prado al que llegáis y buscad al señor Roberts. Y Diggory... segundo prado y preguntad por Payne.

Muchas gracias Basil – dijo papá – ciertos, si vez a Bagman o Crouch; diles que necesito hablar con ellos. – El hombre solo asintió con la cabeza.

Nos empezamos a encaminar por un páramo desierto. Luego de caminar por unos veinte minutos llegamos al borde del mismo bosque. Pudimos notar tres letreros: <<Weasley>>, <<Towns>> y <<Malfoy>>. En frente de una pequeña tienda de campaña.

¡Tenemos el mejor sitio! – exclamo el señor Lucius mirándonos. – El estadio esta justo al otro lado.

Narra Harry

Todos nos quedamos observando con curiosidad la pequeña tienda de campaña. Éramos 12 personas, definitivamente no íbamos a caber.

Estaremos algo ajustado pero nos las arreglaremos. – Dijo el señor Towns. – Entrad.

Incliné mi cabeza y observe el interior de la casa de campaña y quede con la boca abierta. Acababa de entrar en lo que parecía un anticuado apartamento de tres habitaciones, con baño y cocina.

—Bueno, es para poco tiempo —explicó el señor Weasley, mientras dejaba el equipaje en una de las sillas junto los demás adultos.

Narrador omnisciente

Con el sol que acababa de salir y la niebla que se levantaba, pudieron ver el mar de tiendas de campaña que se extendía en todas direcciones desde la tienda de campaña.

Papá – Exclamó Dan. – Ahorita regreso.

Esta bien. – Respondió. – Atenta ante cualquier situación. Y si vez a Crouch o Bagman, diles que necesito hablar con ellos.

Okey. – dijo y salió de la tienda.

Los cuatro amigos se miraron con duda. ¿A dónde se podría dirigir Towns hija?

HEY! – gritó Ron a su prima.

Dime – detuvo su caminata y giro.

¿A dónde vas? – cuestiono.

Voy a ver a Cedric. – respondió con una sonrisa, ante la fija mirada de Draco. Y salió de la tienda.

NÚMERO DE PALABRAS: 549