"Love like you" | Killugon✔️

Cap. 14 « El final de nuestro comienzo »

—Mi trasero... aún me duele el trasero...—se quejaba un moreno encima de un sofá, con los rayos del Sol colándose por las ventanas de su sala y besándole su morena piel la cual tenía marcas profanadas. Todo su cuerpo temblaba como nunca hubiera imaginado.

Era el día en el que supuestamente su familia y amigas volvían, y él estaba ahí, tirado, haciéndose el perezoso sin hacer nada, y dejándole toda la preparación a Killua. Ante ese pensamiento frunció los labios.

—¿Necesitas ayuda con algo?—preguntó Gon a su querido novio quién estaba limpiando la casa... SU casa. Ni si quiera debería limpiársela. Él era quién debería limpiarla ya que Killua era el invitado.

—Ya te dije que no, Gon... ya me ayudarás con la comida si quieres, tan solo descansa. —le intentó pedir suavemente el Zoldyck ya que era ya la tercera vez que su novio le preguntaba si necesitaba ayuda.

—P-Pero es que... estás haciendo todo el trabajo y yo estoy aquí...—antes de que pudiera decir algo más, Killua lo cortó con un beso. Dejándolo tonto por un rato.

—Gon, necesitas descansar, ayer apenas podías mover un dedo...—el nombrado rápidamente se sonrojó al recordar el porqué de su dolor, y del beso repentino.

—¡P-Pero eso es por-...!

—Ni pero ni pera, ahora duérmete. Te despertaré si necesito ayuda. —le ordenó Killua, besándole la frente para luego dirigirse al segundo piso. El albino quería que la casa brillase para darle un buen ejemplo a la tía de Gon.

Gon, en cambio, puso un puchero, frunciendo sus cejas mientras se daba la vuelta en el sofá.

Que aburrido.

Pensó, mirando el techo de su salón mientras le venía recuerdos de la noche anterior. Es como si aún sintiera los besos y las manos de su chico en su cuerpo. Ante eso, rápidamente se sonrojó, tratando de pensar en otras cosas. Aunque... tuvo que haberle echo caso a Killua. Era mejor hacerlo en su cuarto y no en el sofá. Y saber que aquí mismo se sienta su Mito-san y su abuela para mirar la tele o pasar el rato...

Pero dejando eso a un lado, necesitaba matar el tiempo de alguna forma. Okay de que sus caderas le dolieran y sintiera que en cualquier momento sus piernas le fallarían, pero eso no significaba que fuera tratado como un discapacitado. Necesitaba descargar su energía de alguna forma.

Gon trató de levantarse del sofá a pesar de su dolor pero, tan rápido como puso un pie en el suelo, Killua lo volvió a tumbar. Freecss se preguntó cómo coño había bajado tan rápido hasta ahí si supuestamente estaba limpiando en el segundo piso, apenas lo había sentido. Pero entonces recordó la especialidad de su chico y se tuvo que callar.

—¿Que te dije?—lo regañó el albino en voz alta. Gon, como arma y excusa, lo beso en la mejilla, haciendo que el enfado de Killua desapareciera casi por arte de magia.

—Es que es muy aburrido estar aquí tumbado todo el rato, ¡quiero ayudarte!

Killua ante eso suspiró, ya medio rendido—No pararás hasta que te deje, ¿verdad?—Gon asintió con una gran sonrisa—Está bien... pero luego no te quejes si te duele mucho, ¿okay?—el moreno volvió a sentir, poniéndose rápidamente de pie para luego caer de rodillas por lo débil que estaban sus piernas. Killua volvió a suspirar, obligándolo a recargarse encima de él mientras le repartía las tareas del hogar.

(I)

—¿Las escuchas, Killua?

—Si, si las estoy escuchando... se están acercando. —le respondió Killua a su novio. Ambos estaban cogidos de las manos; con la mesa del comedor repleta de comida, con la casa limpia, y bien vestidos enfrente de la puerta—¿Crees que tú tía me odie?