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El estómago de Johnny comenzó a rugir cuando aún se encontraba en casa de Renjun y pese a la mala —y casi poca— comunicación que se tenían entre ellos, Renjun lo invitó amablemente a que se quedara a cenar.

Johnny se sintió mal de repente. Ahora se sentía culpable de no permitirse conocer un poco más a Renjun y haberlo catalogado como una persona rara. Que sí, era probablemente el único en su aula que seguía ese tipo de modas de la astrología y de la magia, entre otras cosas, pero también era un chico común como los demás; le gustaba escuchar música, tenía hobbies como ver películas y jugar videojuegos. Además, tenía un singular humor que sí se lo proponía, lograba hacer reír a cualquiera y también era un chico inteligente.

Johnny estará eternamente apenado de no haberse dado la oportunidad de conocer mejor a Renjun y haberlo tratado tan indiferente todo este tiempo.

—¿No molesto? —le preguntó apenado. Renjun negó sonriendo.

—Solo somos mi abuelo y yo en esta casa, además no tengo amigos que me visiten —dijo girándose a la puerta y abriéndola. Después dirigió su vista a Johnny—. Tú eres el primero.

Encima era la primera persona que lo visitaba y ahora también la primera persona en portar la etiqueta de amigo.

Si antes se sentía mal, ahora se siente peor.

Johnny sonrió apenado siguiendo a Renjun a sus espaldas para adentrarse a la primera planta de la casa. El abuelo de Renjun estaba en la cocina terminando probablemente la cena y se alegró demasiado cuando notó a Johnny detrás de su nieto que rápidamente dejó de hacer todo lo que estaba haciendo para tomar su antebrazo y casi obligarlo a sentarse en el comedor.

—Pásate por aquí cuando quieras, Johnny. Eres bienvenido —le dijo feliz regresando a la cocina. Renjun lo miró con una cara de "te lo dije".

Pronto, los tres varones ya estaban degustando de una rica cena en compañía. El trío se sentía feliz y estaban tan cómodos entre ellos que se sentía como estar en familia.

El abuelo de Renjun había casi olvidado lo que era comer acompañado desde que había fallecido su esposa; Renjun, por los horarios de sus clases, había días donde no lograba acompañar a su abuelo en la hora de la comida, por lo que a veces comía muy noche cuando su abuelo ya estaba dormido; y Johnny suele pedir comida a domicilio con sus amigos y todos cenan en el dormitorio.

Fue un lindo momento. El abuelo aprovechó para contar ciertas anécdotas de cuando su nieto estaba pequeño, Renjun solo se reía avergonzado y cubría su cara con el mismo sentimiento y eso a Johnny le parecía muy adorable y también gracioso. El abuelo de Renjun era sin duda una gran persona y Johnny no tardó mucho en tomarle cariño al hombre.

—Fue muy bueno tenerte aquí con nosotros Johnny, gracias por habernos acompañado —mencionó el abuelo poniéndose de pie y tomó su respectivo plato y cubiertos para llevarlos al fregadero—. Muchachos, yo me iré a descansar ya, ustedes también deberían dé.

—¡Muchas gracias por la comida! —exclamó Johnny viendo como el hombre se dirigía a las escaleras.

—¡Cuando quieras Johnny, no es nada! —se giró a verlo y le sonrió antes de perderse subiendo las escaleras.

Johnny no le quedó de otra que comenzar a despedirse de Renjun y regresar al campus a su dormitorio, la noche ya había caído y no podía quedarse más tiempo en esa casa y también debía regresar lo más rápido posible o el trayecto podría tornarse peligroso.

—Gracias por venir, Johnny —le dijo Renjun amablemente mientras lo acompañaba a la puerta.

—Me encantaría venir más seguido en el futuro...

After Midnight - JohntenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora