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Al día siguiente, Johnny se preparó con desgano para su clase de las nueve de la mañana.

Para su mala suerte, el profesor de esa materia reunió a todos sus alumnos de todos los cursos a esa hora en el teatro principal para dar la última clase del año. A solo dos días de terminar el año y son contados los profesores que siguen dando clases y trabajos, desgraciadamente este profesor es uno de esos.

Y para peor suerte suya, ni Yuta ni Mark compartían esa clase por lo que ellos podían en su habitación dormidos ya que no tenían porqué asistir a esa hora.

Decidió simplemente llevar un pluma —por si las dudas—, si había necesidad de anotar algo, podría hacerlo en su mano. Se dio una última mirada al espejo y salió hacía el vestíbulo de los dormitorios.

Para su sorpresa, Kunhang estaba a unos cuantos metros de él, así que apresuró su paso y se le acercó rodeando sus hombros con su brazo asustando a su amigo.

—¡Casi me matas del susto! —se quejó Kunhang dándole un codazo en sus costillas haciéndolo reír—. No me digas, ¿también te citó el profesor Lee? —asintió.

—Al menos no estaré aburrido si vamos juntos.

Ambos amigos avanzaron saliendo del vestíbulo y cruzaron el enorme campus hasta llegar al teatro principal. Había varios alumnos esperando posiblemente al profesor tal vez en una esperanza de que este no se apareciera.

—¿Crees que venga? —le preguntó Kunhang viéndolo.

Johnny estaba a punto de responder, pero la figura del profesor hizo presencia en la entrada del teatro haciendo que algunos —todos—alumnos comenzaran a quejarse.

—Silencio, silencio... —calló el profesor a todos—. Mis alumnos, entren y tomen asiento, sin hacer muchas quejas, por favor.

Todos los alumnos —eran un promedio de unas setenta personas— entrar al respectivo teatro y tomaron asiento en las butacas. El profesor avanzó hasta el estrado portando su maletín y también llevaba un micrófono consigo. Johnny y Kunhang intercambiaron miradas incrédulas mientras tomaban asiento en unas de las butacas de hasta el fondo del teatro.

—¿Un micrófono, para qué lo quiere? —preguntó Kunhang a su amigo. Johnny se encogió de hombros no sabiendo que contestar.

El profesor comenzó a soplar por medio del micrófono y diciendo palabras como "¿se escucha? Probando... Uno, dos, tres..." Por lo que algunos compañeros del curso comenzaron a confirmar que sí se escuchaba muy bien.

Escuchó en las butacas de la orilla de su misma fila algo de bullicio, puesto que no le dio importancia suponiendo que tal vez se trataba de algún alumno que quería que le hicieran espacio para poder tomar asiento.

Hasta que notó que alguien había tomado asiento justo en la butaca vacía de su derecha.

—Hola labios sexys... —susurró esa voz tan conocida que lo mareaba en su oído.

Una corriente de nerviosismo y excitación corrió por su sistema sorprendiéndolo por un momento y enviándole escalofríos. Aguantó las ganas de sonreír mordiéndose el labio, pero eso solo logró encenderlo más.

Chittaphon sonrió viendo como Johnny mordía su labio poniéndolo feliz. Hoy quería jugar.

—¿También tomas clases con el profesor Lee? —le preguntó.

Claro que era de lo más estúpido preguntarle si era alumno del profesor Lee porque por algo se encontraba en el teatro, pero teniendo a Chittaphon a unos cuantos centímetros cerca de él, lo volvía loco.

After Midnight - JohntenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora