Noches en la terraza (+18)

Ojos azules

(Cuenta Adrien/Chat Noir)

Me siento muy confuso cuando Ladybug desaparece de pronto y me deja solo en la Torre Eiffel. Parece que no se siente bien estando conmigo. Ya no sé qué pensar, no sé que hago mal. Se siente incómoda conmigo y eso me rompe el corazón.

Decido recorrer en soledad los tejados de París hasta mi casa, decidiendo pasar mientras por las casas de mis amigos.
Al pasar por casa de Nino veo la luz de su habitación apagada pero escucho una fuerte música electrónica y sonrío, ya que sé que no puede vivir sin escuchar música. Paso por casa de Alya y está también la luz apagada, solo se escucha a sus hermanas riendo fuerte. Como Alya descubra que no están dormidas aún...
Un rato después me decanto por pasar por la casa de Marinette.
¡Marinette! Acabo de recordar mi conversación de esta mañana con Plagg. Sonó absurdo pero sus argumentos eran bastante razonables y puede que sea cierto que no sean coincidencias esas situaciones. ¿Y si de verdad le gusto?
Al pasar por la ventana, me sorprende ver la luz encendida a pesar de ser las 11pm. Me imaginaba a Mari como una chica de las que se duermen pronto. Me asomo un poco y casi me caigo del borde de la fachada al que estoy sujeto al ver que se está cambiando.
Soy un chico respetuoso y jamás haría algo así, pero mis ojos se quedan embelesados al verla cambiándose de espaldas para ponerse el pijama. Tiene una figura preciosa ufff.

La veo meterse al baño y me imagino que saldrá en unos momentos, así que en lugar de irme, entro a su terraza porque imagino que saldrá a tomar un poco el aire y ver la luna llena, como esa vez que la vi y me acerqué a charlar.

En cuestión de minutos, sale como era de esperar y se da un buen susto al verme sentado en la valla del balcón.

- ¿Chat Noir? ¿Qué haces aquí?

- Buenas noches lady, estaba paseando por aquí y quise pararme a ver la preciosa luna desde tu terraza. ¿Te molesto?

- No... Claro que no.

- ¿Te apetece hablar? Te veo de bajón y no nos vendría mal apoyarnos el uno al otro.

- Bueno, es que esta semana no me ha ido nada bien. He roto con mi novio y no tengo nada claros mis sentimientos.

Después de apoyarla y hacerla sentir un poco más feliz con mis bromas nos pusimos a hablar de cosas triviales como nuestros gustos y demás, pero sin dar mucha información concreta ya que sé que no puedo dar ese tipo de datos sobre mi.
Pasamos alrededor de una hora así cuando en un instante vemos desde el balcón al padre de Marinette saliendo de la casa para tirar la basura. ¿Qué hace su padre tirando la basura a las 12 de la noche?
Cómo estamos en un lugar bastante visible para la gente de la calle, Marinette me agarra del brazo rápidamente y bajamos por la escalera a su habitación.

- ¡Casi nos vee mi padre!

- Tienes una habitación preciosa. ¡Wow! Estos diseños son increíbles, tienes muchísimo talento.

- (Se sonroja) Gracias jaja.

- ¿Y... Marinette te gusta alguien?

- ¿Qué? jajajaja pues claro que sí, o sea no. ¿Por qué me iba a gustar alguien?, qué ridículo.

- Emmm... vale ¿y... yo te atraigo algo?

Me acerco a ella hasta tener su cara a pocos centímetros y ver como sus ojos se abren ligeramente mientras sus mejillas se vuelven rojas.
Al hacerlo, esos ojos azules que tiene me hechizan. Nunca me había fijado en ellos hasta ahora. Me doy cuenta de lo guapa que es. Su pelo oscuro es precioso y ahora lo tiene suelto, sin las coletas que lleva siempre.

Pasa un minuto mientras nos miramos fijamente. Tengo unas ganas muy fuertes de darle un beso, pero no se como reaccionaría. Acaba de romper con su novio hace poco y no se si sería apropiado...