Princesa

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(Cuenta Marinette/Ladybug)

¡Alerta Akuma!

Son las 7 de las tarde y mi móvil me hace saber que hay una persona akumatizada por París.
Levanto la vista a la televisión que tengo en frente y escucho a Nadia Chamack informando de que hay una especie de animalillos corriendo por París mientras se comen todos los juguetes de los niños por donde pasan y se hacen cada vez más grandes.

En cuanto observo el lugar que enfocan en las noticias, me fijo en la dirección que toman los pequeños villanos.

- ¡Tikki, puntos fuera!

Salgo de mi habitación por el tejado y llamo a Chat para reunirnos donde siempre.

- Mi Lady, di-digo Ladybug, ya estoy de camino. En un minuto nos vemos.

Me sorprende que haya rectificado al haberme llamado mi lady. Ahora que lo pienso... si siente algo por Marinette, Ladybug ya no le va a gustar tanto. La situación es peculiar. No me gusta la idea de que me deje de llamar bichito o mi lady, pero me hace gracia el hecho de que lo hace por Marinette, que soy pero él no lo sabe..

- Buenas tardes, ladybug.

- Hola Chat, debemos darnos prisa. ¡Por ahí!

Nos dirigimos a los animalillos rebeldes y luchamos hasta poder encontrar su Akuma, romper el objeto que lo retiene y capturarlo.
Parece ser que la causante de que fueran demonizados fue ni más ni menos que Chloé Bourgeois. Ella estaba en el parque esta tarde con su asistente y se le cayó por alguna parte su osito de peluche, Abracitos. Al mirar a un lado del tiovivo vio como una pandilla de niños pequeños jugaba con él y en el mismo momento lo agarró sin preguntar. Les gritó y los niños quedaron muy tristes, así que Lepidóptero les prometió el osito y todos los juguetes de París a cambio de nuestros prodigios.

- ¡Tikki puntos dentro!

- (Bostezando) Estoy muy muy cansada.

- Marinette, aún no hemos hablado de lo que pasó ayer.

- Ni falta hace Tikki, tal vez sólo fue una cosa de una noche.

- Lo que tu digas...

Me duermo aunque sean las 10 de la noche solamente. Mañana es viernes y hay que acabar la semana con energía, con lo que me permita la maldita regla...

Vuelvo a soñar con él. Sueño que estoy en mi balcón viendo la luna llena mientras la brisa de verano recorre mi cuerpo y me siento calmada. Miro los tejados de las casas y ahí viene un chico de negro saltando con su barra metálica. Llega a mí con una sonrisa demasiado tierna y me dice...
- ¿No te aburres mucho aquí sola princesa?

- La verdad es que un poco sí...

- Genial, ven conmigo. ¿Le tienes miedo a las alturas?

- No... ¿por?

Antes de terminar de hablar me coje en brazos y me lleva ágilmente por las alturas de París mientras disfruto de las vistas y me siento reconfortada en sus brazos. Tengo un sentimiento de seguridad cuando estoy junto a él que no soy capaz de explicar.

Bueno, al final, como todo lo bueno el sueño se termina.
Me levanto, me arreglo y como me queda un poco de tiempo libre antes de ir a la escuela, me distraigo al abrir la ventana y disfrutar del magnífico sol que entra y casi no me deja ver nada.
¡Wow! , digo al ver el precioso arcoíris que veo en el cielo.

- Hoy será un buen día (digo apoyando las manos en mi cintura)

- Ya lo creo princesa

Aaaaaggg, mi cuerpo se retuerce al oír su voz y como, siempre consigue sorprenderme en los momentos exactos.
Más me sorprendo al darme cuenta de que me llama princesa, ¡justo como en mi sueño! ¿cómo es posible?
Chat Noir está frente a mi en la ventana con una rosa en la mano.

- Toma Marinette, quería preguntarte si te apetecería ir de picnic esta noche. Conozco un lugar por las montañas perfecto en el que no suele haber nadie, y tranquila, no te voy a asesinar ni nada (se ríe fuertemente). Yo prepararé todo y te recogeré a las 8 de la noche. Está un poco lejos el lugar pero como soy Chat Noir y tengo ciertas habilidades no será problema (me guiña un ojo). Todo esto si aceptas, claro.

- Wow, no se que decirte... ¿Qué le diré a mis padres?

- Qué te vas a casa de una amiga a dormir, por ejemplo.

Tenía razón, podría poner una excusa de este tipo y nadie se daría cuenta, aunque tendría que avisar a Alya primero.

- Vale, acepto (digo sonriéndole)

- ¡¿Si!? Perrrrrfecto.
Entonces nos vemos después princesa.

Me besa la mano a través de la ventana y se va en un instante.

Noches en la terraza (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora