Estaban tan cerca que no se veían, sus vidas se cruzaban tan disimuladamente que no lo notaban. Pero un día al abrir sus ojos su vida cambio, sus lunas y soles se eclipsaron y eso los cargo de calor. Fue como una inyección de colores en unas mentes pérdidas por la desilusión. Grises eran sus vidas, como cantos de pájaros heridos y perros con correas. Pero después de toda lluvia sale el sol, el arco iris dura poco y se va, el eclipse se aleja y regresa la tristeza de no poderte encontrar.
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Historias de invierno
PoetryHistorias, razonamientos, pensamientos y flashes de un tipo común