Hay despedidas con olor, ese olor a tristeza, ese olor que sentimos en el corazón, ese olor a miedo, a no querer soltar, a desear que todo siga igual, que la alegría sea eterna, cuando todos sabemos casi al nacer que nada es eterno, sobretodo la alegría. La alegría y la felicidad deben ser las 2 emociones mas efímeras que experimentamos. En contra punto están la angustia y la tristeza, esas 2 emociones debemos saber llevarlas con nosotros, debemos acostumbrarnos a convivir con ellas, pues es inevitable que aparezcan entre alegría y alegría.
Siempre que ese chau aparezca, siempre que olfateemos ese olor a un "hasta nunca", conviviremos.
¿Algún día será más fácil decir "hasta nunca"? ¿Será más fácil decir chau? Puedo asegurarles que no, cada despedida será igual de dolorosa que las demás. Solo debemos aprender que la vida es una sucesión de "hasta nunca", hasta el momento en que le digamos chau a nuestro cuerpo
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Historias de invierno
PoetryHistorias, razonamientos, pensamientos y flashes de un tipo común