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Shoto Uraraka (26) / Ochako Uraraka (26)
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OOC ✫ Narración trepidante ✫Angst~Y hasta el infinito mar envidió nuestro amor~.
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Era tan sólo un entrenamiento rutinario en la base militar de Okinawa.
Nada debía salir mal y, en cambio, la turbina de uno de los sumergibles estalló e hizo trizas tanto a la maquinaria como al resto de los buzos practicantes.
«¡Shoto!».
Tal patronímico es el único concepto en la obnubilada mente de Ochako Uraraka durante el estallido, ya que él es el jefe de la base y, por lo tanto, está a cargo de la embarcación. En contraste, la atlética castaña es una profesional invitada; una arqueóloga submarinista con reducidas opciones de lugares de entrenamiento.
Y, la jovencita da de vueltas en el maremágnum del desastre, como si en tierra un camión escolar hubiese decidido embestirla.
Grita, aúlla de dolor.
Empero, es un lamento inaudible.
Después, lóbrega oscuridad. El tiempo y las sensaciones son diferentes bajo el agua, sin embargo, el corazón de la muchacha se aferra a preguntarse por el incierto destino del varón que minutos atrás le prometió que almorzarían juntos. Juntos. Así que, él debe estar bien o, de otra forma: no habrá almuerzo, un delicioso almuerzo compartido.
Ella vuelve en sí ante la alerta de radar de su traje, el cual no es el típico del buceo comercial: neopreno, oscuro y a la piel; si no una especie de exoarmadura que pesa por sí misma el doble que la fémina.
Y, a pesar de tal inconveniente, Ochako se obliga a movilizarse en búsqueda de las señales a su alrededor, camaradas militares y, de otros oficios como el dúo de soldadores de plataformas petroleras.
«Shoto, me prometiste que almorzaríamos juntos».
Boquea, a la arqueóloga le resulta casi imposible respirar debido al colapso de un pulmón y, quizá la fisura de una o dos costillas. Está al límite y, aún así, ella se compele a avanzar porque es probable que el resto de sus compañeros sean incapaces de superar por su cuenta la barrera de cuarenta metros por encima de sus maltrechos cuerpos.
Así que, da una patada y, luego otra.
Uraraka centra sus pensamientos en lo feliz que estarán sus padres cuando ella vuelva a casa en Navidad y, con un poco de suerte, en esta ocasión irá acompañada.
De Shoto... Shoto...
Ella obtura los pesados parpados, negándose a las lágrimas y, también, al abrupto descenso al irracional pánico. Después de todo, el de particular heterocronomía nació y se forjó en una familia de linaje marcial y, una 'inoportuna' explosión en mar profundo no terminará con él; Shoto tiene cicatrices de haber resistido a peores incidentes en otros ejercicios militares.
Shoto está bien, Shoto estará bien.
Todo estará bien, y ellos irán a cenar al restaurante predilecto del soldado... a 32 kilómetros de la base.
Una distancia considerable, especialmente porque también abarca el intervalo entre el nosocomio elemental del destacamento y el hospital de la localidad más cercana.
No... no... ella está cavilando demasiado.
"Mochi, hasta aquí escucho tus pensamientos".
La jovencita esboza una sonrisa al evocar a su añorado compañero y, permite a su entrenado instinto localizar por su cuenta a las amorfas figuras en las profundidades.
No reconoce rostros ni perfiles.
Y, es mejor así.
Dado que únicamente puede llevar a cabo una ascensión.
Ella no posee el combustible suficiente para una segunda incursión, y su cuerpo tampoco resistiría más de una violenta descompresión. De tal forma que la buza profesional se apresura a reunir a las tres siluetas más próximas en su entorno y, dedica una oración por la cuarta a la cual le es imposible asistir. Y, principia la cruenta subida a la superficie.
Ninguno de sus acompañantes es Shoto
Shoto. Su Shoto.La muchacha flaquea, colmada de desesperación y, es irreal cómo ella consigue modular el ascenso a fin de que las burbujas en la sangre resulten mínimas.
Pronto, el sonido y el color resurgen tras irrumpir la tensión superficial del mar.
Y, también, los síntomas del síndrome de descomprensión se acentúan y, pronto, la castaña advierte un estresante hormigueo en brazos y piernas. Así como, un fortísimo dolor de cabeza que compite a la par de la honda sensación de vértigo que la hace soltar a sus inconscientes concomitantes, los cuales flotan bajo el abrasador sol de aquel verano.
«¿Y Shoto? Shoto... Shoto...».
Tardan una eternidad en asistir a la miserable joven.
Le retiran el casco y ella expulsa saliva, hiel.
—Shhh...— Un escalofriante chillido perfora la garganta de la investigadora.
En consecuencia, Ochako es consciente de la perjura acaecida a su pulmón y, el suplicio que conlleva la falta de una adecuada oxigenación.
—Tranquila. — La voz de Koji Koda, el auxiliar de enfermería, es serena y apacible; tal y como sus acciones mientras revisa el estado de su conocida—. Continúan buscando sobrevivientes, continúan buscándolo.
«Shoto... Shoto...».
La afligida joven apenas si distingue las alentadoras palabras debido a sus tímpanos a punto de reventar y, lleva a cabo el amago de incorporarse de la camilla sobre el agua a fin de proseguir (personalmente) la búsqueda del jefe de la base. Estoico varón al cual ella desposó un par de semanas atrás en una sencilla y decorosa ceremonia.
Un matrimonio por conveniencia.
Pactado por circunstancias previas a sus nacimientos.
Una unión de falacia que ambos acordaron convertir en un enlace real, dado que la atracción es (era) mutua y, también, el anhelo de construir un hogar.
De hecho, aquél sería el último año de Shoto en la milicia activa, porque él ya había solicitado un cambio a oficina con el propósito de evitar trasladarse al extranjero con frecuencia. Y, Ochako se encontraba entrenando como buceadora a fin de aplicar a una plaza como tutora especializada en la Universidad de Osaka; un empleo tranquilo y con futuras prestaciones de maternidad.
A razón de que ambos querían hijos.
Ella se conformaba con un par, y el otro con tener un equipo de beisbol familiar.
Sin embargo, ahora...
—Shoto...
Un parpadeo y la agonía explota en forma de una cruel punzada en el pecho de la castaña, un vacío moribundo en la afligida mujer cuya historia de amor es consumida por el egoísta océano.
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¿Siguen por aquí?
Lo agradezco un montón, ya que cuando releo mis trabajos: anhelo que estos ardan en el fuego del olvido y, si acaso los publico es porque quizá a alguien podrían entretenerle por un rato.
¡Qué tengan una excelente noche!
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【military】
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❀ Crush {Todochako} ● !Veinticinco Viñetas
Fanfiction╵┋Te amo y, aún si tuviese la oportunidad de nacer otra vez: volvería a enamorarme de ti, sin importar las circunstancias, porque tú y yo estamos destinados a encontrarnos, a amarnos. ┋╵ ⊱✫⊰ Universos Alternos | OOC | Viñetas ⊱✫⊰ Mainly Todochako |...