🔯 CAPÍTULO 6 🔯

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Aviso
Planeaba no continuar con la historia por falta de inspiración y pues, por que prácticamente ya no utilizo Wattpad. Pero los comentarios en el capítulo 5 que leí me dieron animos de continuarla, así que aquí está el cap. 6 🤗

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Pov. Narradora

Han pasado ya varias semanas desde que Jungkook fue llevado hasta el viejo castillo, todos en el pueblo ya lo daban por muerto, ellos esperaban que con esa ofrenda la bestia quedara saciada y ya no reclamara a más jóvenes vírgenes, era “doloroso” para ellos ver cómo cada joven elegido se dirigía hacia el antiguo castillo para ya nunca más regresar.

Sin embargo, la realidad de lo que había pasado con Jungkook era totalmente diferente, desde que él puso un pie dentro del lugar era bien atendido por Seok Jin, quien se había convertido en su gran amigo. No podía salir del castillo, ya que podría causar conmoción para la gente de la aldea, pero eso era lo de menos por que no se podía quejar del buen trato que recibía.

La situación con el amo del castillo era asunto aparte, durante todo ese tiempo que Kook había estado en el castillo, habían tenido escasos momentos para simplemente charlar. Después de aquella confesión que el mayor le había hecho no habían vuelto a tocar el tema, el pequeño azabache temía incomodar al de ojos carmesí así que prefería ignorar el tema, pero estaría mintiendo si dijera que esa confesión no le emocionó ni un poco. De vez en cuando le preguntaba a Seokjin si sería buena idea sacar el tema en algunas de esas charlas nocturnas que tenían en la sala del palacio, pero la respuesta siempre era la misma: “Deja que se tome su tiempo, no es bueno presionarlo”, y esa frase ya le estaba empezando a cansar...

Lo que no se esperaba es que todo se pondría de cabeza en una fría noche al comenzar el invierno.

El menor estaba recostado en la cama de su habitación y leía uno de los tantos libros que había en el castillo, ya era casi la medianoche cuando de repente un fuerte ruido se escuchó al final del pasillo donde se encontraba su habitación, ruido que no pasó desapercibido por el azabache menor.

Por recomendación de Seokjin y mandato de Park Jimin él no podía salir de su habitación en las noches, era por su seguridad. Pero ése ruido despertó la curiosidad del inocente Kook, que olvidó obedecer esa orden. Se levantó de su cama y se dirigió lentamente hacia la puerta, una vez estando frente a ella trató de abrirla procurando hacer el menor ruido posible, cosa que logró con éxito. Empezó a caminar por el pasillo hasta acercarse al final que era dónde provenían unos sonidos extraños. Para el menor era la primera vez que visitaba esa parte del castillo, Seokjin hacía lo posible para que el pequeño azabache no pisara ésta parte del castillo, a medida que se iba acercando cada vez más podía escuchar claramente que esos sonidos eran en realidad quejidos, como si alguien estuviera sufriendo de algún dolor agonizante.

Estaba frente a la última puerta del pasillo, del otro lado se escuchaban los quejidos así que sin esperar más abrió la puerta, lo que vió lo dejó perplejo. Toda la habitación estaba hecha pedazos, habían rastros de sangre en el piso y la cama, eso no era importante sino el chico que se estaba retorciendo en el piso. Jungkook sintió una opresión en su pecho al ver como el ojos carmesí se veía tan frágil y vulnerable, rápidamente se acercó a él para tratar de ayudarlo.

Hyung, por favor dejame ayudarte, levántate del piso, el clima está muy helado y enfermarás– habló el menor muy angustiado al borde de las lágrimas.

El ojos carmesí al escuchar su voz y sentir su presencia se sorprendió y trató de alejarse de él, estaba fuera de sus cabales y no quería lastimar al azabache menor.

Qué estás haciendo a-aquí?, Te dije que n-no podías salir de tu habitación p-por las noches– habló entrecortado el mayor.

Eso no importa ahora, tú necesitas ayuda–

–V-Vete a tu habitación, yo llamaré a Seokjin para que me a-ayude–

–No me iré, no quiero dejarte sólo así como estás–

–Vete!, No quiero hacerte daño!–

El menor se asustó después de que el ojos carmesí alzara la voz, sus ojos resplandecían más rojos que nunca, era como si estuvieran inyectados en sangre.

El azabache mayor, al ver temor en los pequeños ojos de Jungkook trató de controlarse lo más que pudo. Su cabeza daba vueltas, Sabía el por que había perdido el control y eso le angustiaba, cada vez más deseaba con locura la sangre del menor, siempre que estaba cerca de él podía sentir esa dulce fragancia que desprendía. Además al ser su sacrificio, debía consumir la sangre del menor, sino él ojos carmesí se debilitaría hasta morir. Pero prefería éso que atreverse a tocar un sólo cabello de su bello tesoro, él no se sentía digno de ser merecedor de tan bella joya, por eso quería conservarlo sin que tuviera un sólo rasguño.

Desde que Jungkook llegó, el amo del castillo había estado consumiendo sangre de animal o de algún humano que Seokjin le conseguía, pero parece que eso ya no estaba funcionando, anhelaba la sangre del humano frente a él y eso lo estaba matando.



💜CarmenPark

Luna de Sangre (Jikookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora