Cap 7

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Taehyung

Esa tarde me ayudó la amargada a llevar sus maletas a mi casa.
Le mostré su habitación y luego dónde sería la habitación de Clair, directamente en frente de la mía. Fue pura coincidencia. Sólo quería algo de distancia con la amargada. Es por eso que le di la habitación más lejana a la mía.
¿Cuánta mierda más podría tener dos mujeres? Ya había hecho cuatro viajes al auto y aún faltaba mucho más por venir.

Clair. —¿Sabes que esto es temporal? Sólo hasta que resuelva esto por clair. Se encogió de hombros.
—Sí, ¿cuál es tu punto?
—¿Cuánta mierda es necesaria para unas cuantas semanas? No deberías tardar más tiempo que yo en conseguir la respuesta.

Una de sus cejas perfectamente formadas se levantó cuando me miró de lado.

—Exactamente toda esa mierda. Eso es lo mucho que necesitamos para estar bien, grandulón. Además, no quiero tener que regresar a mi casa por nada en caso de que el Sr. Psicópata Acosador esté ahí.
Gruñí en respuesta mientras continuaba transportando sus cosas adentro. Tenía razón. Quizás era lo mejor.
Me resultaba más difícil mantener las manos quietas cuando me encontraba a solas con Clair. Esta mañana, cuando se enfadó conmigo, sólo deseaba abrazarla. Pero sabía que no sería capaz de detenerme allí.

No podía bajar la guardia y permitir que mi control flaqueara, especialmente ahora que se quedaría en mi casa.
Ayer por la noche llamé a un viejo amigo mío. Necesitaba ayuda con mis otros casos para lograr concentrarme en Clair. Kai aceptó sin preguntar. Voló esta mañana y se dirigió directamente a la oficina. Él y Clair se conocieron antes y se llevaban mejor de lo que me hubiera gustado. Lo dejé en la oficina con ella mientras fui ayudar a la amargada.
Cuando finalizamos trayendo toda su mierda me di cuenta de que no tenía comida en casa. Joder.

Supongo que podríamos tener algo de comida rápida esta noche y mañana en algún momento conseguiría alimentos. Kai se quedaría aquí también; no quería que las chicas estuvieran solas en cualquier momento. Y ese cabrón podía comer mucho. Voy a ir a la quiebra simplemente por darle de comer. Pero si ayuda a mantener a Clair segura, es un precio que me dispongo a pagar.

Dejé a la amargada desempacar su mierda y me fui a tomar una ducha. Kai y Clair deben haber llegado de nuevo ya. Cuando salí pude oír a los tres en el pasillo.

Me olvidé decirle a Kai que la amargada también se quedaría aquí. Por lo que pude escuchar, tiene que haber entrado cambiándose, asumiendo que su cuarto era suyo.
Abrí la puerta de mi dormitorio y asomé mi cabeza. Efectivamente ella le decía en su cara que era un pervertido. Él ni se inmutó. De hecho, tengo la clara sensación de que le gustó. No llevaba mucho, sólo unas bragas rojas y una camiseta a juego. Lo tenía apoyado contra la pared en frente de la puerta de su dormitorio, su huesudo dedo golpeándolo en el pecho.

Entonces, agarró su mano mientras ella fue a golpearlo nuevamente.
—Si insistes en tocarme, cariño, pondré tus manos en buen uso.
Ella suspiró y retiró su mano, giró sobre sus talones y cerró la puerta del dormitorio detrás de él.
Me eché a reír. No podía evitarlo; la mirada indignada en su rostro no tenía precio. Clair, que se hallaba de pie en el extremo opuesto de la sala tenía una sonrisa pegada en su hermoso rostro, mientras que Kai permanecía mirando aún después de que la amargada se fuera. Levantó su cabeza en mi dirección cuando comencé a reír.
—¿De qué te ríes, hijo de puta?
—De ti.
Gruñó y se volvió hacia Clair.

—¿Dónde está la princesa de mentira? Así no estoy tomándote el pelo, también.
Sus hombros se levantaron en un encogimiento de hombros mientras echaba un vistazo a lo largo de su cuerpo para verme.
—Ella está aquí, frente a mí. Tienes la habitación del medio.
Una sonrisa conocedora apareció en su presumida cara. Le dio la vuelta al pájaro cuando Clair no miraba. Bastardo. Clair desapareció en la cocina, pero se hallaba de vuelta otra vez, en mi dirección. No, no a mí, a su dormitorio.

Undeniable atraction - KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora